sábado, 31 de enero de 2015

EL SIDA 2

Virus del SIDA
El SIDA es una de las enfermedades más graves y mortales de la historia de la humanidad. Un grupo de médicos identificó los primeros casos de SIDA en San Francisco y Nueva York hace más de 20 años. Se estima que actualmente existen 42 millones de personas en todo el mundo que conviven con el VIH o el SIDA y más de 3 millones mueren por año a causa de enfermedades relacionadas con el SIDA.

El SIDA es provocado por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). El VIH destruye una clase de células de defensa del cuerpo llamadas “linfocitos cooperadores CD4”. Estos linfocitos forman parte del sistema inmunológico del organismo, el sistema de defensa que combate las enfermedades infecciosas. 



Pero, a medida que el VIH destruye estos linfocitos, las personas infectadas con el virus comienzan a contraer infecciones graves que normalmente no se contagiarían; es decir, se vuelven inmunodeficientes. El nombre de esta afección es síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

Al aprender más sobre el funcionamiento del VIH, la comunidad médica ha logrado desarrollar drogas para inhibirlo (o sea, interferir con su crecimiento). Estas drogas han tenido éxito para disminuir la velocidad del avance de la enfermedad y, actualmente, quienes tienen la enfermedad viven mucho más tiempo. De todos modos, el VIH y el SIDA aún no tienen cura.

Cada año, cientos de adolescentes estadounidenses contraen el VIH. El VIH también puede transmitirse de una persona infectada a otra persona a través de la sangre, el semen (el líquido que sale del pene cuando un hombre eyacula), los fluidos vaginales y la leche materna.

El virus se transmite a través de comportamientos de alto riesgo entre los que se incluyen los siguientes:

  • Relaciones sexuales sin protección (“sin protección” significa sin utilizar un condón)
  • Compartir agujas, como las que se utilizan para inyectarse drogas (incluidas las agujas utilizadas para la inyección de esteroides) y tatuarse.
Las personas que sufren de otra enfermedad de transmisión sexual, como la sífilis, el herpes genital, la clamidiasis, la gonorrea o la vaginitis bacteriana corren mayor riesgo de contraer el VIH durante las relaciones sexuales con parejas infectadas.

Si una mujer con VIH queda embarazada, el recién nacido puede contagiarse el virus antes del nacimiento, durante el parto o durante el amamantamiento. Si los médicos saben que la futura madre tiene VIH, usualmente pueden prevenir el contagio del virus de la madre al bebé. Todas las mujeres y adolescentes embarazadas deben someterse a pruebas de detección del VIH para comenzar el tratamiento, si fuera necesario.

Los síntomas graves de la infección por VIH y SIDA podrían permanecer sin manifestarse durante 10 años. Y durante los años que anteceden a ese momento, es posible que la persona no tenga síntomas de SIDA. El tiempo que los síntomas del SIDA tardan en aparecer varía de persona en persona. 

Uno de los motivos por los que el VIH es tan peligroso es que una persona puede tener el virus durante un largo tiempo sin siquiera saberlo. Esa persona puede contagiar el virus a otras mediante comportamientos de alto riesgo. La transmisión del VIH puede prevenirse de las siguientes maneras:

  • Por la abstinencia sexual (no tener sexo)
  • Con la utilización de condones de látex siempre para cualquier clase de relación sexual
  • Evitando el contacto con los fluidos corporales a través de los cuales se transmite el VIH
  • Evitando compartir agujas en todo momento

No hay comentarios:

Publicar un comentario