martes, 16 de junio de 2015

VIOLENCIA Y CONFLICTO INTERNO EN EL PERÚ

El conflicto armado interno fue un periodo de la historia de nuestro país entre 1980 y el 2000 marcado por la violencia terrorista. Se estima, según datos de la Comisión de la Verdad y Reconciliación que fallecieron cerca de 70.000 personas. 

Los principales actores de este conflicto fueron Sendero Luminoso, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y el gobierno del Perú.

La mayoría de las víctimas de este conflicto fueron civiles, especialmente aquellos que vivían en las zonas más pobres del país y en las zonas rurales. 

Los terroristas armados atacaron deliberadamente a civiles, con una exagerada respuesta de los militares, convirtiendo a este conflicto en el más sangriento de la historia peruana.

ANTECEDENTES

La historia peruana no obstante su larga estabilidad, ha seguido una sucesión de gobiernos democráticos y autoritarios. Así, el general Juan Velasco Alvarado entró al poder en 1968, siendo sucedido por el general Francisco Morales Bermúdez en 1975, quien convocó a elecciones en 1980. Durante el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, Sendero Luminoso se organizó como un grupo político maoísta en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga en la región de Ayacucho. El grupo era liderado por Abimael Guzmán, un profesor comunista de filosofía de la Universidad San Cristóbal de Huamanga. Guzmán se había inspirado en la Revolución Cultural; que había presenciado de primera mano durante su visita a China. Los miembros de Sendero Luminoso entraron en conflicto con miembros de otros grupos políticos y pintaron grafiti exhortando a la "lucha armada" contra el Estado peruano.

LOS DATOS CENTRALES DEL CONFLICTO ARMADO

El conflicto armado interno vivido por el Perú entre 1980 y el 2000 ha sido el de mayor duración, el de impacto más extenso sobre el territorio nacional y el de más elevados costos humanos y económicos de toda nuestra historia republicana. Aplicando una metodología llamada Estimación de Múltiples Sistemas, la CVR ha estimado que el número total de peruanos que pudieron haber muerto en el conflicto armadlo interno es de 69,280 personas.

Con esta metodología estadística, la CVR ha estimado que 26,259 personas murieron o desaparecieron a consecuencia del conflicto armado interno en el departamento de Ayacucho entre 1980 y 2000.

CONFLICTO INTERNO

ESTADÍSTICAS

Si la proporción de víctimas estimadas para Ayacucho respecto de su población en 1993 fuese la misma en todo el país, el conflicto armado interno habría causado cerca de 1.2 millones de víctimas fatales en todo el Perú, de  las cuales aproximadamente 340,000 habrían ocurrido en la ciudad de Lima Metropolitana, el equivalente a la proyección al año 2000 de la población total de los distritos limeños de San Isidro, Miraflores, San Borja y La Molina. Una tragedia humana de estas proporciones puede resultar inverosímil, pero es la que sufrieron las poblaciones del Perú rural, andino y selvático, quechua y asháninka, campesino, pobre y poco educado, sin que el resto del país la sintiera y asumiera como propia.

LA MILITARIZACIÓN DEL CONFLICTO (enero de 1983-junio de 1986).

A partir del ingreso de las Fuerzas Armadas a la lucha directa contra Sendero Luminoso se inició un nuevo curso en el conflicto que habría de mantener la presencia militar en varias regiones del país por más de quince años. Se abre así una segunda etapa del enfrentamiento que durará hasta mediados de 1986, momento en que SL decidirá intensificar sus acciones violentistas. La primera consecuencia de la decisión tornada, fue lo que la CVR ha denominado la "militarización del conflicto". Asimismo, es en esta etapa que Sendero Luminoso crea su autodenominado Ejército Guerrillero Popular y realiza acciones guerrilleras como ataque a puestos policiales y emboscadas a patrullas militares, sin abandonar los asesinatos selectivos y los atentados terroristas.

ETAPAS DEL CONFLICTO - COMIENZO DE HOSTILIDADES

En 1980 el gobierno militar peruano permitía las elecciones por primera vez luego de un periodo de doce años. En este contexto, Sendero Luminoso era uno de los pocos grupos políticos de izquierda que declinaba tomar parte de este proceso electoral, optando en su lugar por iniciar una guerra de guerrillas en las alturas de la provincia de Ayacucho. El 17 de mayo de 1980, en la víspera de los comicios, quemaron ánforas electorales en el pueblo de Chuschi, en Ayacucho. Aquel fue el primer "acto de guerra" de Sendero Luminoso. No obstante, los perpetradores fueron rápidamente aprehendidos, se llevaron papeletas de votación adicionales para reemplazar las quemadas, las elecciones procedieron sin mayores incidentes y el acto recibió poca atención en la prensa peruana.

Sendero Luminoso optó por pelear su guerra en el estilo enseñado por Mao Zedong. Abrirían "zonas de guerrilla" en las cuales sus guerrillas puedan operar, echar fuera de estas zonas a las fuerzas estatales para crear "zonas liberadas", luego usar estas zonas como apoyo a las nuevas zonas de guerrilla hasta que el país entero se convirtiera en una gran "zona liberada". Sendero Luminoso también se adhirió a la directiva de Mao según la cual la guerra de guerrilla debía ser peleada fundamentalmente en el campo y gradualmente asfixiar a las ciudades. El 3 de diciembre de 1982, Sendero Luminoso formó oficialmente el "Ejército guerrillero popular", su brazo armado.

RESPUESTA ESTATAL
Gradualmente,  Sendero Luminoso hacía más y más violentos ataques a la Policía Nacional del Perú y el gobierno centralizado en Lima no pudo seguir ignorando la creciente crisis en los Andes. En 1981, Fernando Belaúnde Terry declaró el estado de emergencia y ordenó que las Fuerzas Armadas Peruanas lucharan contra Sendero Luminoso. Los derechos constitucionales fueron suspendidos por 60 días en las provincias de Huamanga, Huanta, Cangallo, La Mar y Víctor Fajardo. Más tarde, las Fuerzas Armadas crearían la zona de emergencia de Ayacucho, en la cual el poder militar era superior al civil y muchos derechos constitucionales fueron suspendidos.

Los militares cometieron varías violaciones a los derechos humanos en el área donde tuvieron control político, incluida la famosa masacre de Accomarca, donde fueron asesinados campesinos por las Fuerzas Armadas. Un batallón de la Policía contraterrorista entrenado en los Estados Unidos, conocido como los "Sinchis", fue particularmente conocido por sus violaciones a los derechos humanos. No obstante, las mayores violaciones y asesinatos fueron causados por los terroristas.

ESCALAMIENTO DEL CONFLICTO

La reacción de Sendero Luminoso a la intervención de militares del gobierno peruano en la guerra no fue dar pasos atrás, sino aumentar a su máxima expresión el nivel de violencia en el campo. Sendero Luminoso atacó por el método chino de la sorpresa y la emboscada a la policía, militar y civil que consideraba "enemigos de clase", a menudo utilizando métodos particularmente sangrientos para matar a sus víctimas. Estas matanzas, junto con la falta de respeto de Sendero Luminoso a la cultura andina tradicional de los campesinos que reclamaba representar, alejaron a mucha gente de la sierra de Sendero Luminoso.

Frente a una población organizada en autodefensa, la guerra de guerrillas de Sendero Luminoso comenzó a tambalearse. En algunas áreas, los campesinos formaron  patrullas anti-Sendero  Luminoso,  llamadas  rondas campesinas.

Generalmente, estaban pobremente equipadas, a pesar de las donaciones de armas por parte de las Fuerzas Armadas; sin embargo, las guerrillas de Sendero Luminoso eran atacadas militarmente por las rondas. El primer ataque reportado de ese tipo ocurrió en enero de 1983 cerca de Huanta, cuando unas rondas mataron a 13 senderistas; en febrero del mismo año en Sacsamarca las rondas mataron a los comandantes de Sendero Luminoso de esa área. En marzo de 1983, las rondas mataron brutalmente a Olegario Curitumay, uno de los comandantes del pueblo de Lucanamarca. Lo llevaron a la plaza del pueblo, lo apedrearon, lo acuchillaron, le echaron fuego y finalmente le dispararon. Como respuesta, en abril, Sendero Luminoso entró en la provincia de Huancasancos y en los pueblos de Yanaccollpa, Ataccara, Llacchua, Muylacruz y Lucanamarca, donde mataron a 69 personas, muchos de los cuales eran niños, incluyendo uno que tenía solo seis meses de edad. También asesinaron a varias mujeres, algunas de las cuales estaban embarazadas. Muchos de ellos murieron por tajos de machete y a algunos les dispararon a corto alcance en la cabeza. Ésta fue la primera masacre realizada por Sendero Luminoso a la comunidad campesina. Siguieron otros incidentes, tal como el ocurrido en Hauyllo, en el distrito de Tambo, provincia La Mar, departamento de Ayacucho. En esa comunidad, Sendero Luminoso mató a 47 campesinos, incluyendo 14 niños en edades de cuatro a quince.

A esta masacre sucedieron otras, como la ocurrida en Marcas el 29 de agosto de 1985. Sendero Luminoso, al igual que el gobierno, cubría sus rangos por medio de la conscripción, Asimismo, Sendero Luminoso secuestraba niños y los obligaba a trabajar como niños soldados en su guerra.

LA ADMINISTRACION DE ALBERTO FUJIMORI

Bajo la administración de Alberto Fujimori, el Estado empezó a expandir el uso de agencias de inteligencia en su lucha contra Sendero Luminoso; en esa lucha se cometieron varias violaciones de los Derechos Humanos por parte del Servicio Nacional de Inteligencia, en particular la masacre de La Cantuta, la masacre de Barrios Altos y la masacre del Santa, todas las cuales fueron llevadas a cabo por el grupo Colina.

El 5 de abril de 1992, Alberto Fujimori ordenó disolver el Congreso del Perú, con lo cual se inició la crisis constitucional de 1992. El pretexto para realizar estas acciones fue que el Congreso se oponía a la urgente aprobación de legislación antiterrorista. Fujimori estableció tribunales militares para juzgar a presuntos miembros de Sendero Luminoso y del MRTA, ordenando que se usara "mano dura".

Además, Fujimori anunció que Perú no aceptaría más la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Dado que Sendero Luminoso empezó a perder terreno en los Andes a favor del Estado peruano y las rondas campesinas, decidió acelerar su plan estratégico global. Sendero Luminoso declaró que, en jerga maoísta, había alcanzado su "equilibrio estratégico" y estaba listo para empezar su asalto final en las ciudades del Perú. En 1992, Sendero Luminoso colocó una bomba poderosa en el distrito de Miraflores de Lima en lo que se conoció como el atentado de Tarata. Éste fue parte de una larga campaña de atentados en Lima.

El 12 de setiembre de 1992, la Policía peruana capturó a Abimael Guzmán y a varios líderes senderistas en un departamento ubicado sobre una escuela de danza en el distrito de Surquillo en Lima. La Policía había estado vigilando el departamento debido a que varios presuntos militantes senderistas lo habían visitado. Al inspeccionar la basura que producía el departamento, se encontraron recipientes vacíos de crema para la piel usada para tratar la psoriasis, una condición que se conocía Guzmán padecía. Poco después de la redada que capturó a Guzmán, cayó también la mayoría de la cúpula senderista restante. Al mismo tiempo, Sendero Luminoso sufrió derrotas militares vergonzosas por parte de las organizaciones campesinas de autodefensa — supuestamente, su base social; y la organización se escindió en facciones. El rol de Guzmán como líder de Sendero Luminoso fue asumido por Óscar Ramírez Durand, quien a su vez fue capturado por las autoridades peruanas en 1999. Después de la captura de Ramírez, el grupo se fraccionó, la actividad guerrillera disminuyó marcadamente y se retornó a las condiciones previas existentes en las áreas donde Sendero Luminoso había estado activo.

Las filas del MRTA fueron diezmadas tanto por un programa de amnistía gubernamental para sus miembros como por el encarcelamiento de varios de sus líderes. En 1996, el MRTA secuestró la residencia del embajador de Japón en Perú, empezando con la crisis de rehenes en Lima que duró 126 días. El MRTA demandaba la liberación de sus prisioneros; no obstante, no se satisfizo ninguna de las demandas del MRTA. La crisis terminó cuando la Operación Chavín de Huántar permitió que las fuerzas armadas peruanas entraran al edificio y liberaran a los rehenes.

Desde la captura de Guzmán, Sendero Luminoso ha declinado enormemente en fuerza. Ya no conduce más operaciones en Lima y ha sido capaz solamente de montar ataques esporádicos 'de pequeña escala; sin embargo, Sendero  Luminoso continúa ocasionalmente atacando a los miembros de las fuerzas de seguridad peruana. Por ejemplo, el 9 de junio de 2003, un grupo senderista atacó un campamento en Ayacucho y tomó como rehenes a 68 empleados de la compañía argentina Techint y a tres guardias de policía, quienes habían estado trabajando en el proyecto de Gas de Camisea que llevaría gas natural desde la región Cusco hasta Lima. Según las fuentes del Ministro del Interior peruano, los secuestradores pidieron un considerable rescate para liberar a los rehenes. Dos días más tarde, luego de una rápida respuesta militar, los secuestradores abandonaron a los rehenes. Se rumorea que la compañía pagó el rescate.

En el aniversario número 27 del primer ataque senderista contra el Estado peruano, se hizo estallar una bomba casera en un mercado en la sureña ciudad peruana de Juliaca, matando a 6 e hiriendo a 48 personas. Debido a la fecha del ataque, las autoridades peruanas sospechan que Sendero Luminoso es responsable de este atentado.

Posteriormente el grupo fue liderado aparentemente por un hombre conocido como Camarada Artemio. Mas que intentar destruir el Estado peruano y reemplazarlo por un Estado comunista, Artemio se ha empeñado en realizar ataques hasta que el gobierno peruano libere a los prisioneros senderistas y negocie el fin de la guerra. Estas demandas han sido hechas en varias declaraciones en vídeo por parte de Artemio. EI13 de octubre de 2006, Guzmán fue sentenciado a cadena perpetua por terrorismo.

El 12 de febrero de 2012, Artemio fue capturado por una fuerza combinada de la policía y el ejército peruano. El Presidente Ollanta Humala dijo que la labor ahora sería intensificar la lucha contra las otras restantes bandas de rebeldes de Sendero Luminoso en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE).

EL SENDERO ACTUAL

El Estado peruano no tiene capacidad de respuesta a las acciones armadas reiniciadas por Sendero Luminoso en los valles cocoteros de los ríos Apurímac, Ene y Huallaga, debido a que el único plan estratégico integral que se tuvo en las décadas del 80 y 90, con el cual se derrotó a la primera oleada subversiva, fue abandonado por los gobiernos de Paniagua y Toledo, sostuvo el ex jefe de la Dirección Nacional contra el Terrorismo (Dincote), general PNP Juan Gonzales Sandoval.

El suicidio político que se hizo el Estado peruano no sólo consistió en abandonar ese plan estratégico integral, sino también en desactivar los efectivos sistemas de inteligencia y la inteligencia predictiva, con la cual las Fuerzas Armadas y policiales pudieron conocer con anticipación la organización de la subversión y golpearla con efectividad como se hizo, acotó. Según Gonzales, los gobiernos mencionados acusaron una ceguera total, pues nunca entendieron que la subversión no acabó con la captura del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reynoso, y no entendió que ésta experimentó un receso temporal o "un recodo en el camino ", como calificó el cabecilla senderista a su captura.

El terrorismo y el narcotráfico han unido fuerzas para sobrevivir. El grupo terrorista Sendero Luminoso ya no es lo que era en la década de los ochenta y noventa. Desde la caída de su líder Abimael Guzmán, en 1992, ha ido debilitándose de forma progresiva. Pero, precisamente, para sobrevivir se ha fusionado al narcotráfico, brindándole protección a los narcos a cambio de dinero para financiarse. 

Esta organización narcoterrorista tiene una de sus bases de operaciones en la zona selvática del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro entre las regiones de Cuzco, Ayacucho y Junín. También es conocido por sus siglas V.R.A.E.M. En esta zona, los efectivos del ejército peruano están arriesgando sus vidas para salvaguardar la vida de millones de peruanos. Se sabe que estos narcoterroristas tienen secuestrados a niños, que son adoctrinados para matar. En realidad todo lo que tenga que ver con el narcoterrorismo está impregnado de maldad y perversión: a sus víctimas (soldados del ejército peruano o ciudadanos) les cortan las extremidades o la cabeza como trofeos de guerra.

Por ejemplo el 9 de Abril del 2009, 14 soldados fueron emboscados y asesinados en el VRAEM por los terroristas en el sur peruano en la región de Ayacucho. El ataque fue liderado por la “Camarada Olga” quien es cercana a uno de los actuales líderes de Sendero Luminoso, Víctor Quispe Palomino (“Camarada José”). Han ocurrido cientos de ataques como estos desde que desarticuló el Servicio de Inteligencia en los gobiernos de Valentín Paniagua y Alejandro Toledo.

Sendero Luminoso además proporciona a los habitantes ayuda muy práctica como servicios de odontología, distribución de comida, y capacitación a las mujeres en trabajos manuales para que ayuden a sus esposos. Ya no tratan de imponer su ideología a través de las armas. 

En Febrero de este año, en la zona de la selva norte del Perú, llamada Huallaga (la otra zona donde los narcoterroristas tienen sus bases de operaciones), se capturó al “camarada” Artemio, un terrorista buscado desde hace años. Fue capturado vivo y está a la espera de ser juzgado por sus crímenes. En la zona de Huallaga, también tenían otro reducto de elaboración de cocaína. 

Estos narcoterroristas se mueven en las zonas de selva, porque encuentran refugio. En esos terrenos selváticos las fuerzas de seguridad peruanas tienen una difícil tarea. Ahora, en el V.R.A.E.M están buscando al “camarada” José, quien es el cabecilla de esa zona. 

EL PROBLEMA ACTUAL: LA FARCARIZACIÓN DE SENDERO LUMINOSO

Además del objetivo de largo plazo de Sendero Luminoso de derrocar la democracia liberal en Perú, el narcoterrorismo es quien financia al grupo. En la década de los 90 Sendero Luminoso exigía cupos de protección de los narcotraficantes en las áreas que ellos controlaban. Ahora los roles han cambiado, y Sendero Luminoso es económicamente dependiente de los narcos, incluso acatando el sicariato. Sendero Luminoso ha incursionado en el “negocio” independientemente, produciendo sus propios cultivos de coca y operando pozos de maceración donde las hojas de coca son amasadas, así como laboratorios clandestinos donde las hojas amasadas son procesadas para extraer cocaína.

La transformación de Sendero Luminoso es similar a la evolución de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) una violenta guerrilla narco-terrorista y enemiga de la Democracia Colombiana durante mucho tiempo. De hecho, los dos grupos están trabajando juntos. Las FARC tienen estrechos lazos con el Perú, que es una fuente de nuevos reclutas, armas y coca.

El Presidente Ollanta Humala, ha dicho que el Ejército Peruano debería retirarse del VRAE y dejar la tarea de seguridad a la policía local. Alrededor de 400 senderistas en el VRAEM proporcionan seguridad a los “mochileros” que sacan la droga a la costa. Más del 50% de la cocaína que el Perú produce -152 toneladas- proviene de esta zona. 

Por supuesto, los narco-terroristas quieren al ejército fuera del VRAEM también. Los mismos argumentos son sostenidos por izquierdistas y grupos de narcos en el norte de México, donde la policía local es comprada o aterrorizada. 

BUSCANDO APOYO INTERNACIONAL

Como las FARC, Sendero Luminoso tiene ONGs alrededor del mundo dedicadas a la protección de sus “derechos humanos” y proyectando una imagen positiva del grupo. Ambos grupos tienen también embajadores en Europa y Norteamérica que están constantemente recaudando dinero para que estos grupos puedan continuar su “lucha”.

Algunas de las organizaciones pro-Sendero Luminoso incluyen:
  • La “embajada del Sol Rojo” mantenida por Senderistas en Hamburgo, Alemania y otras ciudades en Europa.
  • La “Asociación Amistad Nuevo Perú” en los EE.UU.
  • Guardare Avanti en Italia y
  • El Partido Socialista de Irán

Hay muchos otros grupos en Dinamarca, Francia, Alemania, Suecia, y España. De hecho, Mónica Feria, una reconocida ex-terrorista y diligente “embajadora” de Sendero Luminoso en Gran Bretaña, fue condecorada con un premio por Georgetown University en 2007, demostrando los credenciales, izquierdistas/elitistas de la universidad, sirviendo además de un ejemplo de la simpatía de muchos académicos por grupos como Sendero Luminoso.

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