miércoles, 4 de febrero de 2015

FUMAR AFECTA LOS OJOS

FUMAR ACELERA EL ENVEJECIMIENTO DE LA RETINA Y PROVOCA EL DETERIORO DE LA VISTA

Evitar el cáncer de pulmón, las patologías cardiovasculares o la temida EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) no son los únicos motivos para no fumar. Este hábito nocivo también incrementa el riesgo de sufrir afecciones oculares, como las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad. Además de las consecuencias que conllevan estas dos oftalmopatías, lo peor, según los expertos, es el desconocimiento que tienen los fumadores de esta asociación. Por este motivo, además de intentar superar la adicción, hay que estar alerta de las primeras señales de desarrollo de estas dos patologías oculares.



El tabaco es la causa directa de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este hábito insano es el culpable de la muerte de una persona cada 8 segundos. Empezar a fumar en la adolescencia y mantener este hábito durante los 20 años siguientes, como sucede en el 70% de los casos, resta 25 años a la esperanza de vida de una persona. Pero hay más: un fumador puede experimentar una pérdida de la visión hasta cinco años antes que un paciente sano.

A pesar de esta cifra, el 86% de la población adulta desconoce que fumar también está asociado a un incremento del riesgo de sufrir alteraciones oculares. Ésta es la conclusión de un estudio realizado en 367 pacientes de 56 años, este trabajo pone al descubierto el desconocimiento de los efectos perjudiciales del hábito tabáquico sobre la salud visual.

Está demostrado que acelera el proceso de envejecimiento celular y agrava las distintas enfermedades atribuibles al paso de los años, sobre todo, las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). 

AFECCIONES OCULARES

Las sustancias tóxicas derivadas de la inhalación del humo del tabaco se acumulan en todo el cuerpo y, mediante el sistema circulatorio, llegan a los ojos. De la misma manera que afectan al sistema vascular del organismo, también alteran el riego sanguíneo ocular.

Se considera que el tabaco provoca y agrava las cataratas, una opacidad del cristalino del ojo, de su cápsula o del humor vítreo (líquido gelatinoso y transparente que llena el espacio entre la superficie interna de la retina y la cara posterior del cristalino), que impide el paso de los rayos luminosos y conduce a la ceguera. Esta enfermedad es un 40% más frecuente en la población de fumadores. Esto se debe a dos mecanismos: la acción directa de las sustancias tóxicas del humo en los ojos y la liberación en los pulmones de elementos químicos que, a través del torrente sanguíneo, llegan al globo ocular y afectan a su irrigación. La pérdida de visión está relacionada con la disminución de nutrientes y antioxidantes que genera el humo, responsables de mantener la transparencia del cristalino que, tras la oxidación, tiende a deteriorarse.

La degeneración macular es la primera causa de ceguera entre la población mayor de 50 años en los países desarrollados. La Sociedad Española de Oftalmología estima que alrededor de 800.000 personas están afectadas por DMAE en nuestro país. Es una enfermedad degenerativa y progresiva de la mácula (parte central de la retina) que provoca la pérdida de la visión central y obliga a los afectados a mirar de lado y a utilizar la visión periférica. Según la Sociedad Española de Retina y Vítreo, el 29% de la población mayor de 55 años (más de tres millones de españoles) está en riesgo de padecer esta oftalmopatía.

Además, la OMS estima que la prevalencia se triplicará en años venideros, ya que está muy ligada al proceso de envejecimiento. Pero los expertos insisten en que no sólo obedece al paso de los años y a la genética, sino a otros factores de riesgo modificables y, por ello, prevenibles, como el consumo de tabaco, los hábitos de alimentación pobres en antioxidantes naturales, la exposición prolongada a la luz solar o la hipertensión.

Dada su importancia, los oftalmólogos defienden la prevención y la detección precoz y recuerdan que, ante las primeras señales, se debe acudir al médico. Entre los síntomas de alerta figuran: visión borrosa, ver las líneas rectas como si estuvieran torcidas, distorsionadas, inclinadas o que desaparecen en algún punto, un aumento de la sensibilidad a la luz u observar luces que no hay, sufrir una alteración en la estimación de las distancias y las alturas, con dificultad de bajar escaleras o reconocer a las personas, y, en procesos más avanzados, notar una mancha negra en la parte central de la visión.

En la actualidad, están en transcurso distintas investigaciones y el diseño de nuevos tratamientos para combatir esta degeneración macular. Hoy en día, los especialistas disponen de fármacos eficaces para ponerle freno.

RIESGOS DE FUMAR DURANTE EL EMBARAZO

Se calcula que en los Estados Unidos, el 16 por ciento de las mujeres embarazadas fuman. El
monóxido de carbono y la nicotina del humo de tabaco pueden interferir con el suministro de oxígeno al feto. Además, la nicotina cruza fácilmente la placenta y las concentraciones de nicotina en el feto pueden ser hasta 15 por ciento más altas que los niveles maternos. La nicotina se concentra en la sangre fetal, en el líquido amniótico y en la leche materna. La combinación de estos factores puede tener consecuencias graves en los fetos y en los bebés de las madres fumadoras. Entre 1997 y el 2001, el tabaquismo durante el embarazo fue la causa de alrededor de unas 910 muertes de bebés al año y se calcula que los costos de cuidados neonatales relacionados con el tabaquismo ascienden a más de $350 millones por año.

Los efectos adversos del hábito de fumar durante el embarazo incluyen retraso en el crecimiento fetal y bajo peso al nacer. La disminución en el peso al nacer que se ve en los bebés de madres fumadoras está relacionada con la dosis: mientras más fume la mujer durante el embarazo, mayor es la disminución en el peso natal infantil. El recién nacido también muestra señales de estrés y síntomas del síndrome de abstinencia consistentes con lo que se ha reportado en bebés expuestos a otras drogas. En algunos casos, el fumar durante el embarazo también puede estar asociado con abortos espontáneos y el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS, por sus siglas en inglés), así como con problemas de aprendizaje y de comportamiento en los niños, además de un riesgo mayor de que sean obesos. Al mismo tiempo, si la madre fuma más de un paquete al día durante el embarazo, casi duplica el riesgo de que el niño afectado se vuelva adicto al tabaco si comienza a fumar.

EL FUMAR AFECTA LOS OJOS

El fumar está relacionado directamente con muchos efectos de salud adversos, incluyendo alergias, presión arterial alta, enfermedades cardíacas, dentales, oro faríngeas, pulmonares y cáncer, entre otros. El fumar también, está relacionado con enfermedades oculares.

Personas fumantes tienen un riesgo aumentado para desarrollar cataratas, que es la opacidad del cristalino (lente que esta dentro del ojo), que normalmente es transparente. Las cataratas causan una variedad de síntomas, incluyendo visión borrosa, sensibilidad a luz directa (Ej. faroles de las movilidades), pérdida de contraste y la dificultad de distinguir colores. Cuando ya no hay mejora visual con el uso de lentes por la catarata, o cuando las cataratas se desenvuelven en ambos ojos, la cirugía es la única opción. Hoy en día la cirugía de catarata se la realiza con anestesia local, con la técnica moderna de FACO, de incisión mínima (menor a 3 milímetros de corte), y que generalmente demora entre 10-20 minutos el realizarla.

El fumar tabaco es también uno de los factores de riesgo prevenibles para la Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMRE) en la retina. Los estudios han demostrado que los fumadores y los ex-fumadores tienen más probabilidades de desarrollar DMRE que quiénes nunca han fumado. La degeneración Macular tiene dos formas: La seca, y la Húmeda o Hemorrágica. En la forma seca, la retina se hace más delgada gradualmente. No hay cura probada hasta hoy día para este tipo de enfermedad degenerativa. En la Degeneración Macular Húmeda, nuevos vasos sanguíneos crecen en la retina, y de esta forma se acumula líquido (Edema) o hemorragia que llega a sangrar dañando la macula. La macula es la parte de la retina responsable por la visión central.

Los tratamientos actualmente disponibles para tratar de estabilizar la pérdida visual causada por la Degeneración Macular Húmeda son:
  1. Inyección de medicamentos antiangiogénicos dentro del ojo (es la forma actual más moderna). Entre 1-3 sesiones, cada 6 semanas. 
  2. Terapia Fotodinámica asociada o no a inyección de medicamentos dentro del ojo. Entre 1-6 sesiones.
  3. Terapias Combinadas.

En pacientes Diabéticos con niveles elevados en la sangre de Glucosa (azúcar), algunos estudios sugieren que el fumar puede estar relacionado a mayores daños en los vasos sanguíneos de la retina y consecuentemente empeoraría más fácilmente la retinopatía diabética.

El Nervio Óptico, es también susceptible al daño por el hábito de fumar. Personas con dietas pobres (que comen poco o comen mal), que fuman mucho y que también consumen cantidades excesivas de alcohol; corren el riesgo de convertirse en lo que se llama: Perdida Visual Relacionada al Nervio Óptico (llamada también ambliopía del tabaco-alcohol). Algunas familias ya tienen problemas de Nervio Óptico de origen genético como ser: Neuropatías Ópticas Hereditarias; mas el hábito de fumar aumentaría el riesgo de pérdida visual.

En algunos pacientes con Enfermedad de Tiroides (llamada Enfermedad de Graves) que también cursan con afección ocular, el hábito de fumar puede favorecer a una disminución en la visión.

Se llama Ojo Seco a las personas que no producen suficiente lágrima para mantener sus ojos lubricados. Para ellos, el humo del cigarro es un irritante importante que empeora los síntomas de esta enfermedad que son: sensación de tener arena en los ojos, sequedad, picazón, irritación, y lagrimeo excesivo pero no eficaz causado por la irritación.

EL FUMAR AFECTA LA SALUD DEL OJO DEL BEBE

Los estudios también han demostrado una fuerte relación entre fumar durante el embarazo y el riesgo de meningitis durante los primeros meses y años de vida. El riesgo de una meningitis bacteriana es cinco veces más alto entre los niños de madres que fumaron durante el embarazo. Aparte de otros problemas de salud severos, la meningitis en la niñez puede causar la inflamación de la córnea y dar ojo rojo. 

El fumar durante el embarazo también está asociado a bajo peso del bebe y a nacimientos prematuros. Finalmente, la terapia de oxígeno dada para sostener la vida de infantes prematuros puede causar Retinopatía de la Prematuridad causando pérdida de la visión importante o ceguera permanente.

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