miércoles, 17 de junio de 2015

SISTEMA URINARIO

INTRODUCCIÓN

La excreción es el proceso mediante el cual los organismos liberan los productos de desecho resultantes del metabolismo.

Esta eliminación es necesaria en todos los organismos  y de acuerdo a su morfología se desarrolla de una forma distinta empleando diferentes  estructuras especializadas  según se requiera.

La excreción varía notablemente entre los invertebrados y los vertebrados, dependiendo de la complejidad del organismo.

En invertebrados la excreción varía desde los protozoarios que la realizan por difusión a través de su membrana, los poriferos con células que se especializan en esta función, ya en artrópodos se pueden apreciar  órganos especializados  en la función excretora  como los tubos de malpighi.

APARATO EXCRETOR

¿QUÉ ES APARATO EXCRETOR?

Es un aparato, es decir, está compuesto de órganos diferentes para realizar la función vital de la excreción.
Sin el aparato excretor sería imposible vivir.
La excreción consiste en retirar del organismo las sustancias de desecho. Estas sustancias son los residuos o restos del funcionamiento de las células.
Las sustancias que se excretan son líquidas o gaseosas: 
- Líquidas como la orina o el sudor. 
- Gaseosas como el anhídrido carbónico.
El aparato digestivo elimina los restos sólidos que se producen en la digestión de los alimentos, pero no son generados por las células del organismo pues nunca pasaron a la sangre.

BLASCO NÚÑEZ DE VELA. Primer Virrey del Perú

Blasco Núñez Vela y Villalba (Ávila, España, ¿1495? - Iñaquito, actual Ecuador, 1546), fue un militar y político español. Nombrado Primer Virrey del Perú en 1543, con la tarea de hacer cumplir las Leyes Nuevas redactadas para poner fin a los abusos cometidos con los indígenas por parte de los encomenderos. 

Violento e intransigente, exageró en su celo de hacer cumplir tales ordenanzas y fue depuesto de su cargo por la Real Audiencia de Lima, la cual entregó el poder a Gonzalo Pizarro (1544). 

Enviado de vuelta a España, desembarcó en Tumbes y reunió un ejército con el que marchó contra los gonzalistas, con el ánimo tenaz de recuperar el poder. Pero hubo de retroceder y en la batalla de Iñaquito, cerca a la ciudad de Quito, fue derrotado y decapitado, el día 18 de enero de 1546.

De antigua y nobilísima familia, fue hijo de Luis Núñez Vela, señor del mayorazgo de Tabladillo, y de doña Isabel de Villalva. Ejerció los cargos de Corregidor de Málaga y Cuenca, Capitán de lanzas de Orán, Veedor general de las galeras y de la gente de guerra de Castilla, e Inspector general de la frontera de Navarra. 

HISTORIA PERUANA. Etapas

ETAPA INCAICA


Los incas preservaron su historia a través de la tradición oral. Sin embargo existen leyendas como la de Manco Cápac y Mama Ocllo que intentan explicar el origen del imperio incaico.

Se dice que el dios Inti tuvo por hijos a Manco Capac y la Pachamama por hija a Mama Ocllo ellos se casaron y la diosa de la Tierra y la fecundidad Pachamama les regaló a ambos las tierras de su dominio, el Inti, el Dios Sol, les regalo una barra de  oro. Luego, ellos bajaron a la tierra por órdenes del Dios Inti para que Manco Capac enseñara a los hombres a labrar mejor la tierra y trabajar la piedra y Mama Ocllo enseñara a las mujeres a cocinar, fabricar prendas de vestir y a domesticar a los animales en el lugar donde se hundiese la vara de oro. Aparecen sobre las orillas del lago Titicaca, y la barra se hundió en el Cuzco.

POBLAMIENTO DEL PERÚ. Teorías

El primer hombre peruano hace su aparición (según las evidencias antropológicas) aproximadamente hace 15 mil años; este hombre muestra un nivel cultural propio del paleolítico superior, es decir tiene conocimientos básicos como: el fuego, el lenguaje, fabrica herramientas líticas, emplea trampas para la caza y se organiza a través de bandas endogámicas. 

La costa presentaba mayor humedad y era mucho mas ancha que la actual, esto ultimo por el menor nivel marino a consecuencia del congelamiento polar. 

REBELIÓN DE JUAN SANTOS ATAHUALPA

Antecedentes
Al regresar de un viaje a Europa y Africa, Juan Santos proyectó la independencia del Perú, soñando con expulsar a los españoles y restaurar el Tahuantinsuyo, pero integrando a los negros y mestizos.

Causas
Los nativos ashaninkas y conibos estaban hartos de la opresión española, la que se iniciaba con los misioneros franciscanos y se extendía con la llegada de autoridades y militares desde Lima. Los indígenas que recibían el bautizo cristiano eran "civilizados" en aldeas tipo reducciones, sometidos a trabajos forzados en haciendas, obrajes y panaderías.

REBELIÓN DE TÚPAC AMARU

Antecedentes
Vivía la situación típica de los curacas: tenía que mediar entre el corregidor y los indígenas a su cargo. 

Sin embargo, se vio afectado -como el resto de la población- por el establecimiento de aduanas y el alza de las alcabalas. 

Realizó reclamos sobre estos temas pidiendo también que los indígenas fueran liberados del trabajo obligatorio en las minas, reclamos dirigidos por las vías regulares a las autoridades coloniales en Tinta, Cusco y después en Lima obteniendo negativas o indiferencia.

Además buscó que se le reconozca su linaje real inca siguiendo por años un proceso judicial en la Audiencia de Lima, siendo este finalmente rechazado. Todo esto desencadena la primera fase de la rebelión.


martes, 16 de junio de 2015

MARÍA REICHE

María Reiche llegó al Perú en 1932. Se instaló en el Cusco, donde la esperaba la familia Tabel, que la contrataría como educadora de sus hijos. En el camino María quedó impresionada con la belleza de los paisajes andinos; no había visto jamás algo parecido y lo tomó como un primer regalo que le hacía este país. 

Después de dos años de su llegada al Perú, María decidió establecerse en Lima, donde puso un aviso en el periódico ofreciendo sus servicios como profesora de alemán. La primera en solicitar este servicio fue una dama inglesa llamada Amy Meredith, quien era dueña de un importante salón de té limeño, a donde acudían importantes personalidades de la intelectualidad y sociedad peruana. 

En ese lugar, María conoció al doctor Paul Kosok, quien enlazaría su futuro con las Líneas de Nasca para siempre. Kosok la contrató absorbiendo toda su energía investigadora desarrollada a lo largo de su trabajo con Julio C. Tello. A partir de ese momento María se trasladó a Nasca a cumplir su misión, una actividad a la que dedicaría toda su vida.  Entregada a sus investigaciones, descubriendo nuevos dibujos y tratando de encontrar un patrón de medida, María publica su libro "El Misterio de las Pampas", el cual tuvo mucho éxito y le permitió editar una versión en inglés. 

CAMPAÑA DE LA BREÑA

La Campaña de la Sierra o Campaña de la Breña es la última etapa de la Guerra del Pacífico. Una vez tomada la capital peruana luego de las victorias en Chorrillos y Miraflores, el alto mando chileno envía diversas expediciones desde Lima hacia la sierra peruana desde abril de 1881 hasta junio de 1884, donde combatió contra el ejército organizado principalmente por Andrés Avelino Cáceres, apoyado por guerrillas compuestas por campesinos.

Como oficial más antiguo de la región, Cáceres fue nombrado jefe político-militar de los departamentos del Este. 

Con fuerza y mucho carisma pudo levantar a las poblaciones de la cordillera para resistir la invasión, sobre todo gracias al apoyo completamente beligerante de la Iglesia peruana, dirigidas, en su momento máximo tuvo más de 3.000 hombres a su mando. 

En febrero de 1882 en el primer combate de Pucará, hizo frente a una poderosa división chilena al mano del crl. Estanislao del Canto, siendo vencido, debido principalmente a la veteranía de las fuerzas chilenas. 

UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN MARCOS

La Universidad Nacional Mayor de San Marcos (siglas: UNMSM) es una universidad pública ubicada en la ciudad de Lima, Perú. Es la primera universidad peruana y la más antigua de América. Tuvo sus inicios en los estudios generales que se brindaron en los claustros del convento del Rosario de la orden de Santo Domingo hacia 1549. 

Su fundación oficial fue gestada por Fray Tomás de San Martín y se concretó el 12 de mayo de 1551 con el decreto del emperador Carlos V, en 1571 adquiere el grado de pontificia otorgado por el papa Pío V con lo que termina siendo nombrada como "Real y Pontificia Universidad de la Ciudad de los Reyes de Lima". 

CONTROVERSIA DE DELIMITACIÓN MARÍTIMA ENTRE CHILE Y PERÚ

La controversia de delimitación marítima entre Chile y el Perú (formalmente el Caso concerniente a la delimitación marítima entre la República del Perú y la República de Chile) es un diferendo planteado por la República del Perú a la República de Chile sobre la soberanía de una zona marítima de aproximadamente 37.900 km² en el Océano Pacífico, a partir de la tesis peruana que la delimitación del límite marítimo entre ambos países estaría aún sin determinar; por su parte, la tesis chilena sostiene que no hay temas limítrofes pendientes con el Perú, ya que existen tratados internacionales vigentes sobre la materia.

GUERRA DE LA GRAN COLOMBIA

La Guerra Gran Colombo-Peruana (1828-1829) fue un conflicto armado que enfrentó a la Gran Colombia conformada por los actuales Colombia, Venezuela, Panamá y Ecuador contra la República del Perú, ambos países sostenían una controversia limítrofe por el dominio de las provincias de Jaén de Bracamoros  y  Mainas  (reclamadas por la Gran Colombia según la Ley de División Territorial de la República de Colombia y que el Perú consideraba como parte de su territorio) y la ciudad de Tumbes. Culminó en un resultado beneficioso para la Gran Colombia gracias a la victoria en la Batalla de Tarqui.


JOSÉ LUIS DE ORBEGOSO. Presidente del Perú

(Luis José de Orbegoso; Chuquisongo, Huamachuco, 1795 - Trujillo, 1847) Militar y político peruano, presidente de la República (1833-1834) y cofundador de la Confederación Peruano-Boliviana creada en 1836.

Estudió en Lima, en el Convictorio de San Carlos. En 18 15 regresó a Trujillo, donde el virrey Abascal le confirió el grado de cadete del regimiento de milicias de caballería, en una época de militarización tras las revueltas políticas que siguieron a las Cortes de Cádiz, el levantamiento de los hermanos Angulo en Cuzco y otras movilizaciones sociales que preludiaban el fin del coloniaje en los Andes.

También fue en Trujillo donde otro noble, el marqués de Torre Tagle, proclamó la independencia peruana. Orbegoso abrazó esa causa, dándole su confianza el libertador San Martín, que lo nombró primero Sargento mayor y luego Alférez Real en 1821. 

Con la autorización del presidente, Santa Cruz entró en territorio peruano, derrotando a Gamarra en Yanacocha el 13 de agosto de 1835. Luego, el ejército unido, que en realidad era el comandado por Santa Cruz, se enfrentó a Salaverry en Socabaya el 7 de enero de 1836. Con esta acción victoriosa los escollos estaban salvados y se proclamó la Confederación Peruano-boliviana, fruto de la determinación de sendas asambleas populares realizadas en Sicuani (17 de marzo) y Huaura (6 de agosto).

JOSÉ LA MAR. Presidente del Perú

(Cuenca, 1777-Cartago, 1830) Militar y político peruano de origen ecuatoriano. En 1821 se unió a San Martín, tras abandonar las fuerzas realistas, y en 1824 mandó las fuerzas peruanas en la batalla de Ayacucho. 

Llegó a ser Presidente del Perú en dos ocasiones: primero, durante los años de1822 a 1823, como Jefe de una Junta Gubernativa; y después, entre 1827 y 1829, como Presidente Constitucional. En ambas ocasiones fue elegido por el Congreso de la República del Perú. Es considerado por la mayoría de historiadores y tratadistas como el primer Presidente Constitucional de la República del Perú. Presidió también por breve tiempo el Consejo de Gobierno, durante la dictadura de Bolívar (1826)

Como militar participó en la Guerra de la independencia española, y posteriormente luchó en el Perú, primero en el ejército realista, para pasar luego a las filas patriotas, contribuyendo decisivamente a la victoria final en Ayacucho. Durante su gobierno de 1827-29 sufrió una tenaz oposición política, dirigida por sus viejos camaradas de la guerra de la independencia que ambicionaban el poder. Comandó a las tropas peruanas durante la Guerra contra la Gran Colombia, pero fue derrocado en pleno conflicto por Agustín Gamarra y desterrado a Costa Rica, donde falleció poco después.

ANDRÉS SANTA CRUZ. Presidente del Perú

(Huarina, La Paz, 1792 - Saint-Nazaire , Francia, 1865) Caudillo boliviano que fue presidente de Perú (1826-27) y de Bolivia (1829-39). Andrés Santa Cruz es especialmente recordado como fundador de la Confederación Peruano-Boliviana (1836-39). Era hijo el español José Santa Cruz y Villavicencio y de doña Juana Basilia Calahumana, hija del cacique de Huarina y descendiente de los Incas. 

Como miembro de las tropas españolas combatió a los ejércitos patriotas en las batallas de Potosí, Sipe Sipe, Viloma y Cinti, y en 1816 se le concedió el grado de teniente coronel. Durante su cautiverio, Santa Cruz tuvo la oportunidad de reflexionar sobre su incómoda situación. 

En 1821 decidió sumarse al ejército comandado por el general José de San Martín que luchaba en el Perú, en el que fue admitido con su rango de teniente coronel. Fue prefecto de La Paz y en 1826 presidente del Perú. Gobernó esa nación entre 1826 y 1827, y tras dejar el cargo pasó a Chile como ministro plenipotenciario de Bolivia.

AGUSTÍN GAMARRA. Presidente del Perú

(Apurimac, actual Perú, 1785-Ingavi, Bolivia, 1841) Militar y político peruano. Combatió primeramente al lado de los realistas españoles, pero luego pasó a luchar al lado de los patriotas peruanos. Nombrado jefe del Estado Mayor del ejército libertador en la batalla de Ayacucho, en 1824, ascendió a mariscal en 1828, tras la invasión de Bolivia. A raíz de la derrota peruana en la guerra contra Colombia, derrocó al presidente La Mar y firmó la paz con este país. 

En 1829 fue nombrado presidente constitucional, cargo que desempeñó hasta 1833. Durante su mandato trató de construir el Gran Perú, un ideal cuya realización requería la anexión de Bolivia y que provocó un enfrentamiento continuo con los bolivianos. Exiliado en Chile, regresó en 1838 con la expedición de Bulnes, durante la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana. En 1839 fue designado otra vez presidente del Perú, y redactó una nueva Constitución de signo conservador y nacionalista. En 1841 declaró la guerra a Bolivia, y falleció en la batalla de Ingavi.

CULTURA CHAVIN

INTRODUCCIÓN

En diferentes localidades del Perú han quedado muchos testimonios de épocas pasadas que tienen un gran valor cultural, esos testimonios debemos conservarlos, evitando su deterioro para que los peruanos de hoy podamos valorar su importancia y fortalecer de esta manera, nuestra identidad nacional.

La cultura Chavín se formó como resultado de los diversos aportes culturales, siendo así considerada la primera gran civilización andina.


CULTURA HUARI O WARI

La cultura Huari o Wari, fue una civilización andina que floreció en el centro de los Andes En Espíritu Pampa, distrito de Vilcabamba, provincia de Concepción, departamento del Cuzco, se encontró un complejo funerario en cuya tumba principal, perteneciente a un dignatario del Imperio huari, se hallaron un pectoral, una máscara de plata, 223 cuentas del mismo metal, 17 piezas de oro y más de 100 piezas de cerámica. 

El hallazgo del Señor Huari de Vilcabamba ha sido comparado en importancia con la del Señor de Sipán.

DESEMBARCO EN PARACAS

El 8 de setiembre de 1820, el general argentino Don José de San Martín desembarca en la bahía de Paracas, lo que significó el punto de partida en la lucha por la independencia del Perú.

El 20 de agosto de ese mismo año, luego de independizar Chile, San Martín y su ejército partieron desde Valparaíso rumbo al Perú, con el propósito de liberarlo del dominio español.

El Libertador emprendió tal empresa disponiendo de un total de 4118 hombres, en su mayoría argentinos y chilenos, y un grupo de valientes peruanos, entre los que destacaban Francisco Vidal, Remigio Silva, Toribio Luzuriaga y Andrés Reyes. San Martín tuvo como secretario a don Bernardo Monteagudo y como comandante de la escuadra al marino escocés Thomas Cochrane.

FUNDACIÓN DE LAS PRIMERAS CIUDADES DEL PERÚ

Una vez repartidos los metales preciosos conseguidos por medio del rescate ofrecido por Atahualpa y la repartición de riquezas en la ciudad del Cuzco y apoderarse de sus propiedades; Francisco Pizarro puso mayor interés en establecer ciudades hispánicas, destinadas a albergar a los cada vez más numerosos colonos.

EL TERRITORIO PERUANO

Aunque los españoles tenían noticias de las enormes dimensiones del territorio ocupado por los Incas, sin embargo, fueron necesarias muchas expediciones para que pudieran hacerse cargo de sus verdaderos limites: por el norte el Imperio del Tahuantinsuyo llegaba hasta el rio Ancasmayo (Colombia), por el sur hasta el río Maule (Chile), y por el este sus dominios llegaban hasta la selva amazónica y la región andina de Bolivia. Los españoles se sorprendieron de la enorme extensión del Imperio y de su geografía. 

Los Incas se habían visto obligados a dividir su territorio en grandes porciones administrativas o “suyos”; los españoles también tuvieron que intentar diversas divisiones del territorio, con el fin de asegurar un eficaz gobierno y administración. 

VIOLENCIA Y CONFLICTO INTERNO EN EL PERÚ

El conflicto armado interno fue un periodo de la historia de nuestro país entre 1980 y el 2000 marcado por la violencia terrorista. Se estima, según datos de la Comisión de la Verdad y Reconciliación que fallecieron cerca de 70.000 personas. 

Los principales actores de este conflicto fueron Sendero Luminoso, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y el gobierno del Perú.

La mayoría de las víctimas de este conflicto fueron civiles, especialmente aquellos que vivían en las zonas más pobres del país y en las zonas rurales. 

PRIMEROS POBLADORES DEL PERÚ

1. PERÍODO LÍTICO
Tiene una antigüedad de 9,600 años.

2. PERÍODO ARCAICO
Sociedad depredadora: Cazador, recolector y pescador. Nómades y trogloditas; Se agrupa en bandas. Se produce la existencia del matriarcado (Gobierno de la mujer). Desarrolla el arte rupestre, se cubre con pieles y conoce el fuego. División sexual del trabajo. Trabaja la piedra primero con la técnica de percusión y luego presión. Presencia de mega fauna.


EL SUEÑO DE SAN MARTÍN


La expedición libertadora dirigida por José de San Martín había llegado a la bahía de Paracas el 8 septiembre de 1820. Al llegar San Martín a las costas peruanas mando a su ejército prepararse para el viaje que les esperaba para liberar al Perú de los españoles. 

Es entonces que San Martín al sentirse fatigado decidió descansar sobre la sombra de una palmera. Pronto, San Martín se quedó dormido.


En su sueño imaginó como debía ser la bandera del Perú. San Martín imaginó una bandera expresiva y simple a la vez que se elevara con orgullo en los cielos de aquel pueblo que iba a libertar. 

De pronto, al despertar el libertador observó el vuelo de unas aves llamadas Parihuanas, sus alas eran rojas y su pecho era blanco. Estas aves impresionaron al libertador e inspiraron la creación de la bandera de San Martín.

lunes, 15 de junio de 2015

VIRREINATO DEL PERÚ

CAPÍTULO I

1.1 GENERALIDADES

El Virreinato del Perú fue una entidad político - administrativa fundada en 1542 tras el sometimiento del Imperio Inca. Abarcó, en su máxima extensión, territorios que actualmente se corresponden con Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, parte de Argentina y Chile. 

Con la entrada de los españoles en la ciudad de Cuzco en 1534, concluyó la conquista llevada a cabo por Francisco Pizarro y dio comienzo el desarrollo del asentamiento colonial en el área dominada hasta ese momento por el Imperio inca (o Tahuantinsuyo) que, a partir de las nuevas leyes en 1542, entró a formar parte del Virreinato del Perú.



ECONOMÍA INCAICA

INTRODUCCIÓN

A continuación les presento una investigación, que tiene la finalidad de dar a conocer como tema principal la economía en el Imperio Incaico. 

Cabe destacar que los incas ocuparon gran parte de los andes sudamericanos, en lo que actualmente son los países del Perú, Bolivia, Chile y Ecuador. A estos territorios los incas los llamaron el Tahuantinsuyo, que quiere decir los cuatro puntos cardinales. El Tahuantinsuyo, se organizó en cuatro provincias denominadas suyos, los cuales recibían los siguientes nombres: Chinchasuyo, Antisuyo, Collasuyo y Continsuyo.

El imperio inca, era el imperio en donde nunca se escondía el sol y se le consideraba como el estado más extenso de América Antigua, teniendo como capital el Cuzco, en el actual Perú, a la cual se le denomino en su momento como “el ombligo del mundo”.

Lo mencionado con anterioridad, tiene una relación muy estrecha con la economía de los incas, ya que estos dominaban extensos territorios, pero que en su mayoría se ubicaron en la parte alta de los andes; donde el terreno era realmente irregular. Pero, aunque los territorios eran irregulares para la práctica del cultivo, de igual forma los incas sustentaron su base económica en la agricultura, donde su base alimenticia era el maíz, al igual que las civilizaciones de Mesoamérica,  aparte de sustentarse en la agricultura, los incas también se apoyaron en la ganadería, como base de su economía.

Con esto, se debe resaltar que los métodos de los incas para superar tales problemas al enfrentar,  sea como sea, la adversidad de las tierras altas de los andes, no fue un gran problema a solucionar, porque igual hemos de destacar un gran desarrollo y una prominente actividad económica en la civilización,  transformándose la economía en un punto positivo al progreso del imperio.

Así, con todo lo mencionado anteriormente, presento el tema sobre la economía de una gran civilización que se manifestó en todo su esplendor como el imperio inca.

LA CIVILIZACIÓN INCAICA

La civilización incaica o quechua, fue la última de las grandes civilizaciones precolombinas que conservó su estado independiente (imperio incaico) durante la Conquista de América, hasta la conquista del Perú (1532-1533). 

Con la extensión del imperio, ésta fue absorbiendo nuevas expresiones culturales de los pueblos anexados y se ubicó en los actuales territorios del Perú, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador.

Desde la ciudad sagrada del Cuzco, los quechuas consolidaron un Estado que logró sintetizar los conocimientos artísticos, científicos y tecnológicos de sus antecesores. Basados en un concepto de expansión del Estado, el Tahuantinsuyo (Imperio incaico) recogió aquellos conocimientos y los potenció. Actualmente, algunas costumbres y tradiciones de la desaparecida civilización inca prevalecen aún en Bolivia, Ecuador y el Perú.

La conquista del Perú realizada por los españoles encabezados por Francisco Pizarro entre 1530 y 1540 puso fin al imperio, sin embargo, focos de resistencia de los llamados Incas de Vilcabamba se mantuvieron hasta 1572.

La economía inca se basó en la agricultura que desarrollaron mediante técnicas avanzadas, como las terrazas de cultivo llamados andenes para aprovechar las laderas de los cerros, así como sistemas de riego heredados de las culturas pre incas.

Los incas cultivaron maíz, yuca, papa, frijoles, algodón, tabaco, coca, etc. Las tierras eran propiedad comunal y se trabajaban en forma colectiva. Desarrollaron también una ganadería de camélidos sudamericanos (llama y alpaca). Por los excelentes caminos incas (Cápac Ñan) transitaban todo tipo de mercancías desde pescado y conchas del Pacífico hasta sal y artesanías del interior.

Entre las expresiones artísticas más impresionantes de la civilización inca se hallan los templos (Sacsayhuamán y Coricancha), palacios y los complejos estratégicamente emplazados, como Machu Picchu, Ollantaytambo y Písac. Si bien no podemos hablar de un imperio monárquico socialista, por la clara diferenciación económica política y social, el Imperio incaico establece el sistema de reciprocidad y complementariedad económica.

El estado incaico puede ser definido como un estado distribuidor de bienes, bajo un régimen minuciosamente reglamentado, ya que ellos mantenían el control de sus recursos esenciales y garantizaban que ningún habitante del imperio padeciese escasez.

Anteriormente a la conquista en el imperio no existía  el tributo, ni el dinero, ni siquiera algún bien que utilizara como medio de pago. Estos grupos se subastaban a sí mismos en lo esencial y no hacían trueques con vecinos, sino respecto de un pequeño número de productos naturales o de cualquier objeto de muy mínimo valor.

A través de los quipus (sistema de registro de información numérico) el imperio mantenía un control de la tierra y sus trabajadores, su producción de resultado del trabajo de la tierra, se distribuía dentro de los mismos trabajadores, por medio de comunidades autosuficientes que igualmente se conocen como ayllus o comunidades agrarias. Los ayllus comprendían a su vez varias modalidades de tierras explotadas y administradas, en gran número de unidades separadas.

En el imperio incaico los ayllus estaban agrupadas en “mitades” que respectivamente recibían el nombre de:

HANAN-SAYA, mitad de arriba
HURIN-SAYA,  mitad  de abajo

En el Cuzco esta división bipartita de población y tierras se conoce como;

HANAN-CUZCO, mitad de arriba
HURIN-CUZCO, mitad de abajo

Aunque  hoy en día dicha separación se recuerda meramente como división social y religiosa.

En los ayllus, las tierras del inca eran destinadas a sostener en primer lugar al gobierno central, sus funcionarios y sus instalaciones, por lo cual es considerado el ayllu como la base económica del imperio, esta se lleva a cabo generando explotación de las tierras agrícolas y de las minas, estaba reglamentada como exclusiva propiedad del inca que, finalmente era dueño de todo. 

El producto dado por la explotación era dividido en seis partes; tres para el inca, uno para los sacerdotes y dos para el pueblo. Sin embargo la parte del inca “dueño” era también destinada para manutención de los ejércitos, construcciones, canales de regadíos, entre otras obras de carácter público. Esta distribución de recursos entregados era establecida por la cantidad por funcionarios administrativos los cuales controlaban producción, almacenamiento y distribución de los recursos.

Igualmente las tierras de cultivo del ayllu eran asignadas en lotes proporcionales al número de personas de cada familia encargada del trabajo de la tierra, por lo que se considera que la base del ayllu era el parentesco.

Los incas fueron un pueblo de agricultores avanzados, ya que para cada zona desarrollaban estrategias para hacer un máximo aprovechamiento de las tierras. Utilizaron andenes o terrazas de cultivo  para aprovechar las tierras bajas o en laderas de cerros, y en zonas altas dependían de la irrigación ya que habitaban en zonas secas de gran evaporación, por lo cual los incas desarrollaron camellones o también conocidos como  waru waru. También cabe considerar la inexistencia de instrumentos de hierro o acero, meramente la utilización de fuerza de brazos o grandes piedras, todo esto antes de la presencia europea.

ECONOMÍA INCAICA

La economía inca estaba basada en la previsión y planificación de todas las etapas del proceso productivo. En el Tahuantinsuyo, nada estaba fuera del control permanente y directo del Estado, que, haciendo suyas las experiencias tecnológicas y culturales desarrolladas por las culturas pre incas, organizó un aparato productivo, fundamentalmente agrícola, que dio solución a los problemas de alimentación, vestido, vivienda y seguridad social de una población cada vez más numerosa. Se estima que a la llegada de los españoles, esta ascendía de 6 a 10 millones de almas.

El trabajo
El trabajo era considerado como una función social de la que no podía eximirse ningún individuo; era pues obligatorio. Todos los habitantes del Imperio, hombres y mujeres, debían trabajar, pero no era igual para todos sino que se asignaba a cada individuo según sus capacidades. «A nadie se le exigía más de lo que podía dar; así, el niño trabajaba mucho menos que el joven y éste menos que el adulto, edad en la que se exigía el máximo esfuerzo, descendiendo después la exigencia a medida que iba descendiendo la edad». (Luis E. Valcárcel).

El trabajo era colectivo, pues siempre lo hacían con la intervención de todos los miembros de la comunidad o ayllu, los mismos que se ayudaban mutuamente unos a otros. Modalidades de trabajo comunitario eran la mita, el ayni y la minca.

División de las tierras
Las tierras del Imperio se dividían en tres sectores:

Tierras del Sol, destinadas a la obtención del alimento necesario para la ofrenda de los dioses y para el sustento de la clase sacerdotal encargada del culto.

Tierras del Inca o del Estado, destinadas a proporcionar alimento al Inca, su familia, la nobleza y los funcionarios. De estas tierras se sacaba también alimento para la gente que trabajaba al servicio del Inca, para los ejércitos en campaña y para ayudar a los pueblos que por alguna catástrofe perdían sus cosechas. Estos alimentos se guardaban en los graneros. Tanto las tierras del Sol como las del Inca eran trabajadas en comunidad por el pueblo.

Tierras del Pueblo, eran de mayor extensión destinadas a los ayllus para que obtuvieran su sustento. Cada año se hacía el reparto de estas tierras entre los hombres y mujeres aptos para realizar las labores agrícolas. Cada hombre casado recibía un tupu (o topo), otro por cada hijo varón y medio tupu por cada hija mujer. De acuerdo a las informaciones del Inca Garcilaso, un tupu era igual a una fanegada y media (2.880 m2) y representaba una extensión de tierra donde se podía sembrar un quintal de maíz (46 kg). En realidad, según la opinión de Baudin, un tupu era el lote de terreno necesario para cultivar lo suficiente para una familia sin niños. Su extensión debía variar según la clase de tierra.

El Topo: A cada persona se le daba tierra para que pudiera alimentar bien a su familia. A esta porción asignada de tierra se le denominaba TOPO. El campesino tenía como propios la casa, el establo, pequeños animales domésticos (perros, cobayos, patos y gallinas sin cola) y el granero, además de los útiles de labranza.

Lo cosechado en los campos del Estado o de los sacerdotes, era guardado en depósitos separados y lo obtenido era para alimentar a sacerdotes o nobles.

En las zonas de pastura de tierras montañosas, la mayor parte de las llamas pertenecían al gobierno que almacenaba la lana y luego la repartía entre las familias, según sus necesidades.

Es importante señalar que las comunidades de montaña poseían tierras en zonas costeras y viceversa, así no se producían saturaciones con un mismo tipo de alimento.

Los Trabajos Comunales
Los límites de los campos estaban marcados y su destrucción era considerada delito gravísimo. Las tierras no comunales eran cultivadas primero. Cuando llegaba la época de siembra o cosecha llegaban los funcionarios para avisar que era hora de ocuparse de los campos sagrados.

La Mita: El pueblo debía además realizar trabajos públicos, (servicio en el ejército, construcción de carreteras, puentes o fuertes) a esto se le denominaba mita. El tiempo de la mita era variable y podía extenderse durante bastante tiempo. De este servicio, obligatorio entre los 18 y los 50 años, estaban exentos los artistas y artesanos. El sistema de la mita era utilizado para hacer trabajos en las minas, en el empedramiento de calles, en la excavación y limpieza de canales, en la construcción de caminos y puentes, en la edificación de palacios y templos, en el transporte de bienes, y en el levantamiento de silos.

La Chunga: era el trabajo realizado en beneficio del pueblo inca por las mujeres en caso de desastres naturales. Este es similar a la denominada Defensa Civil actual y consistía en curar, ayudar, mantener a los heridos de los desastres naturales tanto como intentar salvar a los que se ven en peligro durante el mismo desastre. 

La Minka: Los miembros del Ayllu eran reunidos en grupos para cumplir con el trabajo que se les había asignado, como por ejemplo de llevar a los silos el producto de la cosecha, etc., como en las tierras del sol y en las tierras que sustentaban al Inca. Para este tipo de trabajo se caracterizaba porque se realizaba en medio de cánticos y en un ambiente de alegría y de placer, estaban obligados a realizarlo vestidos con ropa de fiesta. En retribución a estas faenas realizadas los asistentes a las MINCAS recibían de parte del curaca la alimentación, la chicha que era elaborado por las mujeres de la comunidad y la coca, esta retribución solo se realizaba mientras duraba el trabajo asignado.

El Ayni: Era una forma de prestación de servicios y trabajos basados en la reciprocidad, consistía en la ayuda mutua que se prestaban las familias entre sí y todos los integrantes del Ayllu, el servicio recibido tenía que ser devuelto en forma idéntica o parecida. Aquí había verdadera reciprocidad y compañerismo, ya que se trataba de beneficiar a los que estaban imposibilitados de realizar sus propias labores, este tipo de labores se sigue realizando por pobladores de los Andes.

Los Yanaconas: Los yanaconas eran jóvenes separados muy temprano de los ayllus y eran utilizados, ya sea para tareas en la corte o en la agricultura. A diferencia de la mita, que después de cumplida autorizaba a regresar a su tierra, los yanaconas no regresaban más. Como en ocasiones se los entregaba para el servicio personal de los curacas, con el tiempo podían ellos mismos tener ese cargo.

El Comercio: A pesar de la extensa red de caminos que atravesaban todo el imperio incaico, el comercio no tuvo un gran desarrollo. Tampoco se conocía la moneda, por lo que la manera en que se pagaba era mediante el trabajo o el trueque (intercambio directo de bienes y servicios).

El Trueque: El comercio no tuvo gran desarrollo, pese a la construcción de una extensa red de caminos, debido que se desconocía el uso de la rueda. Tampoco se conocía la moneda, por lo que se pagaba mediante trueque o trabajo. Las transacciones comerciales se efectuaban sobre la base del trueque en la gran cantidad de mercados locales.

El Quipu: Desconocían la moneda. Sin embargo idearon un sistema mnemotécnico de haces de cuerda (quipus) con nudos y colores que les permitieron anotar cantidades, siendo usado como instrumento de contabilidad.

Comprender la sociedad y economía andina prehispánica, implica entender a pueblos en los que no existió el comercio, la moneda ni el mercado, pero sí el intercambio. Veremos la forma en que se acumularon recursos para posteriormente ser redistribuidos. Esto se dio a través de los dos medios organizadores de la sociedad y economía andina: la reciprocidad y la forma particular de redistribución. Ambos sustentados en las relaciones de parentesco.

Reciprocidad y redistribución 
Reciprocidad.- este sistema era lo que se denomina trueque o intercambio de favores. Por ejemplo: -Tú dabas papas y a cambio te daban camote o te quedaban debiendo algo que después te darían. Tú ayudabas a un vecino a ampliar su casa y él te ayudaba en tu sembrío de alimento o en tu turno en la mita. 

Redistribución.- este sistema consiste en la distribución de tierras de un fallecido entre su ayllu o familia. Por ejemplo: Si moría tu tío y te daban 1/4 de su tierra, a tu hermano 1/4 de ella y a tu primo 2/4 de la tierra de su padre. 

Obtención de recursos mediante la reciprocidad
La reciprocidad como muchas otras formas culturales y logros del mundo andino tiene sus orígenes en tiempos anteriores al establecimiento del Tawantinsuyo. Sin embargo, me remitiré solamente a la forma como se dio en el tiempo de los incas.

La reciprocidad fue el medio o sistema de intercambio de mano de obra y servicios.

La reciprocidad se sustentó en el incremento de lazos familiares. Es decir, la multiplicación de los vínculos de parentesco fue necesaria para la existencia y continuidad de la reciprocidad.

La redistribución era una función realizada por el jefe de Ayllu, curaca o Inca, quienes concentraban parte de la producción que posteriormente era distribuida a la comunidad o diversas comunidades, en épocas de carencia o para complementar la producción de esos lugares.

Niveles de reciprocidad y redistribución
A nivel ayllu:
En este nivel los miembros del ayllu en el que existen relaciones de parentesco, realizan la prestación de servicios en forma regular y continua entre diferentes ayllus.

En un primer momento, los miembros del ayllu "A" prestan sus servicios a los del ayllu "B" y éstos a cambio les entregan el alimento necesario para que cumplan con su labor. En un segundo momento, la situación se invierte. Posteriormente ambos intercambian sus productos. A esta forma de intercambio de mano de obra se le denomina ayni. Este nivel de reciprocidad que viene a ser simétrico, sólo permite una redistribución en mínima escala. Hoy por ti, mañana por mí. Yo te doy y tú me das.

A niveles más amplios (jefe étnico, macro étnico o Estado):
Comprender cómo fue que se aplicaron estos principios en escalas mayores, demanda partir del estudio del rol de los curacas en el mundo andino. 

Los curacas eran elegidos, seleccionados o promovidos por su grupo étnico, luego de cumplir ciertos rituales específicos de cada grupo. Durante el Tahuantinsuyo, el inca no intervenía en la elección o selección de los curacas salvo muy raras ocasiones.

El curaca para acceder a la prestación de mano de obra de su etnia debía a cambio ofrecer determinados servicios. Éstos podían ser:

Mediar en conflictos personales.
Administrar y distribuir recursos: tierras, agua y depósitos. Planificar y dirigir la construcción de canales, depósitos y terrazas para cultivos.

Cumplir con los rituales religiosos de la etnia (entregar ofrendas a los dioses), organizar las fiestas familiares, militares, etc.

Organizar el aprovechamiento de los recursos de otros pisos ecológicos.

Aquí se cumple la reciprocidad, el curaca realiza determinadas funciones y recibe a cambio bienes o fuerza de trabajo. El trabajo colectivo que realizan los ayllus a favor de su curaca se llama mita.

Además el curaca étnico o macro étnico mantenía vínculos de parentesco con su etnia lo cual le garantizaba establecer la reciprocidad y redistribución. Una vez iniciada la expansión Inca las relaciones de reciprocidad y redistribución alcanzaron niveles diferentes, mayores y complejos. Será el Estado Inca el que tendrá el acceso a la mayor cantidad de mano de obra por los vínculos de parentesco que estableció la familia real con los diferentes Jefes de los grupos étnicos.

En los inicios de la expansión del Tahuantinsuyo para que el inca pudiera acceder a la mano de obra de los pueblos que se incorporaban a su territorio, debían cumplir con los rituales exigidos. En un primer momento, tenían que formalizarse relaciones de parentesco. Luego, el inca debía agasajar a los curacas, recién después el soberano podía hacer la "petición", "ruego" o "requerimiento" del servicio. Los curacas accedían a prestarle el servicio y el inca entregaba "regalos" que podían ser mujeres, ropa, objetos suntuarios, coca, entre otros. Finalmente, al terminarse el trabajo para el inca, éste entregaba nuevamente obsequios a los curacas en agradecimiento por la mano de obra cedida.

Entonces, para que el inca pudiese solicitar un servicio debía tener un lazo de parentesco con el curaca. Así tenemos que el inca se casaba con la hermana del curaca y éste con la del inca o alguna mujer de su entorno familiar. De esta manera, quedaba establecido el requisito básico para que se establezca la reciprocidad. Cada inca al iniciar su periodo debía restablecer estas relaciones y las negociaba con cada curaca.

Existían convenios de reciprocidad, entrega de energía humana a cambio de la recepción de determinados bienes de la redistribución.

Cuando el Tahuantinsuyo fue ampliando sus fronteras, el inca ya no podía realizar personalmente todos los ritos de la reciprocidad, esto dio lugar a la construcción de centros administrativos donde los representantes del inca (yanas) se reunían con los jefes étnicos para renovar los vínculos de reciprocidad. El inca buscó medios para evadir los ritos de la reciprocidad sobre todo los relacionados al "ruego" y al "requerimiento", para lo cual contó con la presencia cada vez mayor de "yanas".

Resumiendo, se puede decir que en sus inicios, el poder del inca (Estado) se sustentó en una constante renovación de los ritos de la reciprocidad, para lo cual debió tener en sus depósitos objetos suntuarios y de subsistencia en cantidad suficiente para cumplir con los curacas y jefes militares que se hallaban dentro del sistema de la reciprocidad. En la medida que creció el Tahuantinsuyo, creció el número de personas por agasajar, lo que dio lugar a la búsqueda de nuevas formas de acceder a la mano de obra obviando los ritos de la reciprocidad. Así aparecen los centros administrativos y más adelante los yanas.

Agricultura
Los incas fueron un pueblo esencialmente agrícola; sin embargo, tuvo su asiento en un territorio falto de tierras cultivables. Para superar tal deficiencia aplicaron técnicas agrícolas, las principales de las cuales fueron las siguientes:

Andenes o terrazas, para evitar la erosión y aprovechar las laderas de los cerros.
Waru waru, técnica heredada de las poblaciones del altiplano, en la que se araban surcos alrededor de los cultivos y se les llenaba de agua para crear un microclima más estable que el ambiente.

Pozas secas que se llenaban en época de lluvias. Era muy empleado en la costa. Se les llamaba simplemente lagunas o cochas.

También tuvieron sistemas de riego mediante acueductos o canales y utilizaron abonos (excrementos de camélidos, de cuyes, y el guano de islas). Se debe resaltar además su técnica de mejoramiento de especies, como al parecer lo atestigua el sitio de Moray, conformado por una serie de andenes circulares, que simula un anfiteatro, sitio que posiblemente fue un centro de investigación agrícola, donde se llevaron a cabo experimentos de cultivos a diferentes alturas. La disposición de sus andenes produce un gradiente de microclimas teniendo el centro de los andenes circulares concéntricos una temperatura más alta y reduciéndose gradualmente hacia el exterior a temperaturas más bajas, pudiendo de esta forma simular hasta 20 diferentes tipos de microclimas. 

Se estima que los incas cultivaron cerca de setenta especies vegetales, entre ellas, papas (cerca de 200 variedades), camotes, maíz, ajíes, algodón, tomate, maní, coca y quinua.

Ganadería
Los camélidos fueron un recurso esencial del Tahuantinsuyo.

El Estado inca se preocupó de abastecerse tanto de la carne como de la fibra de estos animales. La ganadería, a diferencia de la agricultura, fue menos favorecida. Esto se debió a la escasa fauna andina. Aun así, constituyó la única ganadería existente en la América precolombina, constituida por los dos camélidos sudamericanos, que domesticaron: la llama y la alpaca, de los que aprovechaban tanto su carne para alimento, como su fibra o lana para sus vestimentas. La llama también fue utilizada como medio de transporte de carga. Antiguamente, a los camélidos sudamericanos se les denominaba auquénidos, término erróneo que ya no debe usarse pues corresponde científicamente a un grupo de insectos de la familia de los Curculiónidos (gorgojos). Si bien no domesticaron la vicuña y el guanaco, aprovecharon también la carne y la lana de estos camélidos, para lo cual organizaban cacerías llamadas chacos o chakus.

Criaron también el cuy, roedor andino que hasta hoy es la base de muchos potajes de la gastronomía andina.

La ganadería se relacionaba estrechamente con la agricultura. Los incas no concebían una sin la existencia de otra. Al igual que la agricultura, la ganadería estaba distribuida entre el Sol, el Inca, la nobleza y el pueblo.

Pesca
Los habitantes de las costas del Pacífico y de las riberas del lago Titicaca se dedicaban a la pesca. De ella obtenían alimento, material para fabricar objetos como peines y agujas y abono para la tierra. Para pescar usaban anzuelos, redes, canastas y arpones. En la costa usaban desde remotos tiempos el famoso caballito de totora, que era un haz de juncos dispuestos en forma de cigarro, sobre el cual montaba el pescador, que para impulsarse usaba un pequeño remo. Para la pesca más prolongada usaban balsas de madera impulsadas por una vela de fibra de algodón, con las que se atrevían a incursionar más adentro del mar. Se dice que el “caballito de totora” fue trasplantado por orden del inca Pachacútec a las orillas del lago Titicaca, donde a partir de entonces se usan las ya tradicionales balsas de totora.

Comercio
Entre los incas, y en general en todas las culturas andinas se empleó el comercio de trueque, que consiste en el cambio que hace un individuo de los productos que le sobran por otros que, a su vez, necesita. Así, por ejemplo, los habitantes de la costa intercambiaban sus productos (pescado seco, conchas, etc.) con el de los habitantes de la sierra (alimentos, lana, etc.).

Sin embargo, se tiene evidencia de que algunos productos aprovechados por todos hacían las veces de moneda, como por ejemplo, el ají, la sal, el maíz, el algodón, la coca, plumas de aves y conchas marinas. Se mencionan también hachas pequeñas o tumis. El que vendía recibía en pago cualquiera de estos productos. Cuando compraba, pagaba a su vez con los referidos productos.

No existió el oficio de “comerciante” como hoy lo conocemos, sin embargo, sabemos que la administración inca, al conocer que el valle de Chincha se hallaba tan superpoblado al punto que no podía satisfacer la alimentación de todos sus habitantes, decidió dividir a su población económicamente activa en tres grupos: agricultores, pescadores y “comerciantes”.

La economía se basó principalmente en la agricultura, motivo por el cual pusieron el mayor énfasis en esta actividad económica. Los incas utilizaron diferentes zonas productivas. Como estas áreas estaban determinadas por la altura a la que se encontraban, se llamó a este sistema control vertical de la producción. Esto les permitió contar con una gran variedad de productos que aseguraban su subsistencia. Las cuatro zonas productivas eran: La sierra, la puna, la costa y la ceja de selva.

La sierra: es una zona seca y fría a más de 3.500 metros de altitud. Para cultivar en ella, se valieron del sistema de terrazas o andenes  que consistía en excavar las laderas de las montañas para formar pequeños terraplenes, sujetados por muros de piedra. Sobre ellos se colocaba buena tierra y abono. Luego se irrigaban artificialmente por medio de canales. Los principales cultivos en esta zona fueron el maíz, el arroz peruano y la coca.

La puna es una zona desértica y fría, a más de 5.000 metros de altura. En ella se criaban llamas y alpacas, y se cultivaba papa y ají. La irrigación en la puna era natural, es decir, por deshielos.

La costa es una zona árida y seca. De ella provenían pescados y mariscos, calabazas, aguacates, maní y cacao. Para cultivar en esta región, tuvieron que apelar a la fertilización de la tierra y a la construcción de canales de riego.

Por último, el borde de la selva es una zona húmeda y cálida. De allí provenían productos tropicales, frutas, hierbas comestibles, hongos, miel, aves, ranas, liebres y madera.

El Estado Inca
El Estado ejercía muy importantes funciones en la sociedad incaica. La tierra era de su propiedad y la mayor parte de explotaba comunalmente, también le pertenecía los rebaños de llamas y las minas. El estado protegía a la población del hambre, la explotación y de cualquier necesidad; pero el precio era duro, los individuos estaban muy reglamentados, no se podía salir de la comunidad sin permiso. De todas maneras, los nobles y sacerdotes eran mantenidos por el trabajo del pueblo.

La base de la Economía Inca.
En América del Sur, el pueblo precolombino más conocido es el de los incas. Este pueblo se estableció en las mesetas de los andes peruanos, extendiéndose desde el sur de Colombia hasta el norte de chile.

A lo largo de la historia de américa se ha reconocido a este pueblo por su gran desarrollo y avances en las distintas áreas en las cuales se desenvolvieron, logrando marcar un sello distintivo. Pero, el objeto de la investigación es la economía inca y como lograron establecerse y formar esta gran civilización que se desarrolló en la área andina.

Se ha logrado establecer a través de las fuentes de información, principalmente las ciencias auxiliares de la historia, que la unidad que se encargaba de la organización económica del imperio inca era el ayllu; que se asemejaba con un barrio, que componía una unidad de organización social, donde ubicábamos a un grupo de individuos unidos por lazos de parentesco, pero también se manifiesta como la unidad de organización económica del imperio; ya que dentro del ayllu se realizaban las diversas actividades del imperio. Al menos así lo determina Osvaldo Silva: Los ayllus, económicamente, eran autosuficientes. Poseían un territorio claramente delimitado, dentro del cual las actividades se repartían en forma comunitaria; una serie de obligaciones recíprocas ligadas  a los miembros entre sí.

Se ha destacado en la cita: dentro del cual las actividades se repartían, esta frase hace referencia al ayllu, y determina algo clave en la investigación, que es confirmar que dentro del ayllu se realizaban las actividades económicas del imperio.

El estado incaico puede ser definido como un estado distribuidor de bienes, bajo un régimen minuciosamente reglamentado, ya que ellos mantenían el control de sus recursos esenciales y garantizaban que ningún habitante del imperio padeciese escasez

Los avances de la civilización incaica hicieron posible un desarrollo de la agricultura realmente increíble, fue tanto su avance que algunos autores la determinan como la más avanzada de américa. Así lo determina Pedro Carrasco, cuando planteó que:

El nivel técnico de los incas era probablemente el más avanzado del continente. Sobresalen la agricultura intensiva, con riego, andenes y abono en mayor escala que en las demás civilizaciones del nuevo mundo (…). 

Lo más importante que se debe destacar en la agricultura incaica, es que se manifestó de distintas formas, según el área en donde se encontraba esta unidad de organización social y económica, que era el ayllu. Tomando en cuenta este punto, se puede interpretar que la gran problemática de la economía inca, fue el territorio en donde se ubicaban, principalmente por los variados climas que se daban desde el sur de Colombia hasta el norte de Chile. 

Se determina que a través de la agricultura intensiva se obtenía los inmensos excedentes agrícolas en que descansaba toda la economía del imperio incaico. 

Pero, la agricultura no es la única actividad económica que se desarrollaban en los ayllus; también está la ganadería, donde se destaca la cría de auquénidos y otros animales, los cuales proporcionaban a los incas de lana, pieles, carne y transporte; y como no destacar, el gran aporte a la agricultura en el caso del estiércol o abono, que utilizaban de fertilizante en su agricultura intensiva. Dentro de los animales a destacar encontramos a la llama, la alpaca, el huarizo y mixti, el cuy, los perros y la vicuña, este último muy importante en la producción de la lana por su alta calidad.   

Otro punto a mencionar de la economía incaica, es el desarrollo de la metalurgia y la artesanía, que al igual que la ganadería se alternaba con la base de subsistencia que era la agricultura.  La metalurgia de los incas era la más avanzada de toda América, siendo el desarrollo de esta un sinónimo de grandes aportes, por la razón de una alta producción de utensilios o herramientas que les permitió efectuar un trabajo mas efectivo; ya que  se desarrollaron utensilios para la agricultura, en el caso de las puntas de taclla, también el desarrollo de armas, como hachas y mazos; y por ultimo utensilios de uso doméstico.  Todo esto se logra con el alto nivel técnico y el trabajo hecho en el oro, la plata, el cobre y de aleaciones de estos mismos metales. Con otros metales variados. Así el trabajo en la metalurgia abre un camino a nuevas facilidades y un mayor desarrollo en la economía.  

Por último, otro punto de la economía de los incas fue su desarrollo en su gran sentido estilístico concorde a la época, con un gran desarrollo en la decoración, donde su mayor esplendor se ve reflejado y con real excelencia en la cerámica.

CONCLUSIONES

Con esto se determina que los incas, fueron una muy organizada civilización en lo económico, tanto que sus sistemas fueron ejemplos para los pueblos o tribus que los rodeaban, llegando incluso a usarse el sistema agrario por los quechuas y aymaras.

Incluso se nota expresamente que fue una economía integrada a su organización política dentro de la cultura incaica. Podemos concluir que la economía inca es organizada, dirigida y de centralización económica, manteniendo presente siempre a la plebe, distribuyendo los recursos de una manera justa y apropiada, es decir, la civilización incaica fue una cultura económicamente práctica, ordenada, social, con preferencia en sus ciudadanos. 

Pero nada de esto se hubiera podido llevar cabo sino contaran con instituciones desarrolladas dentro del imperio que proporcionaban la estabilidad y organización de los ayllus.

Lamentablemente cuando, Occidente y el Nuevo Mundo chocaron, una ola inmensa de cambios devastó lo que sería en el futuro de una prometedora empresa.

COMBATE DEL CALLAO. Combate del 2 de Mayo

En 1853 España había reconocido la independencia del Perú, sin embargo, 13 años después, en 1866, una escuadra española ocupó las islas Chincha, emporio del guano peruano. Ante esta situación se convocó a un Congreso Americano en Lima, con la participación de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Guatemala, Perú y Venezuela, y se llegó a la conclusión de que el asunto de las islas Chincha era un problema continental.

CULTURA CHIMÚ

INTRODUCCIÓN
Los chimúes surgen al decaer el Imperio Wari entre los años 1100 y 1400 DC. Ocuparon los territorios que antes habitaron los mochicas, llegando a expandir sus dominios, en su etapa de mayor desarrollo, por toda una extensa franja del norte del Perú, desde Tumbes hasta el valle de Huarmey.

En su desarrollo se distinguen dos etapas; en la primera se trataba de un reducido grupo localizado en el antiguo valle Moche y zonas aledañas (900-1300); y en la segunda ya habían conquistado un vasto territorio y eran un reino en constante expansión (1300-1470).

BATALLA DE ARICA II

El 26 de mayo de 1880, el ejército peruano-boliviano había sido derrotado por los chilenos en la batalla del Alto de la Alianza (Tacna). Poco después los invasores rodearon Arica, bastión peruano al mando del coronel Francisco Bolognesi.

JUAN SANTOS ATAHUALPA. Prócer de la Independencia del Perú

Juan Santos Atahualpa (¿Cuzco, 1710? -?) fue el dirigente quechua de una importante rebelión indígena que estalló en 1742, cuyo propósito era restaurar el Imperio de los incas y expulsar a los españoles. 

Al frente de las tribus selváticas, logró controlar un extenso territorio de la selva central del Virreinato del Perú, amagando la sierra central. Si bien la rebelión no llegó a extenderse más allá de esos límites, tampoco pudo ser sometida por la autoridad virreinal. 

Juan Santos desapareció misteriosamente hacia el año 1756, desconociéndose la fecha y las circunstancias de su fallecimiento.

Lo poco que se sabe de la vida de este caudillo mestizo antes del año 1742 nos lo han transmitido los religiosos que se entrevistaron con él y que recogieron algunos datos de su boca, por lo demás dudosos. 

BATALLA DE TARAPACÁ

El 27 de noviembre de 1879 el ejército peruano obtuvo una gran victoria en la quebrada de Tarapacá, sobre un enemigo que era mayor en número y en dotación militar. 

En la batalla de Tarapacá la superioridad del enemigo era mucho mayor en armamento ligero y pesado, en municiones, vestimenta, zapatos, en fin, en todo. Sin embargo, los peruanos hicieron frente al ataque chileno y lograron derrotarlos con coraje y heroísmo.

Las tropas peruanas que en la mañana del 27 se encontraban en Pachica, llegaron durante la tregua. 

TUPAC AMARU II. Prócer de la Independencia del Perú

Nació el 19 de marzo de 1738 en el Cusco. Sus padres fueron Miguel Condorcanqui y Rosa Noguera, descendiente por línea materna de Túpac Amaru I. Fue educado por los jesuitas en el colegio de curacas de San Francisco de Borja ubicado en el Cusco. Tenía alrededor de 20 años cuando contrajo matrimonio con doña Micaela Bastidas. 

En 1776 presentó una petición formal para que se le concediera un título de nobleza hispano y para que los indios fueran liberados del trabajo obligatorio en las minas. Ante la negativa de la Audiencia de Lima decidió tomar medidas más radicales. 

En noviembre de 1780, Túpac Amaru II lideró una insurrección popular en el valle de Tinta, la que, en seguida, se propagó por toda la sierra y cuyas principales exigencias fueron poner fin a los tributos excesivos, la mita y los abusos de los corregidores. 

Al iniciarse la insurrección, el corregidor Arriaga fue apresado y ejecutado por orden de Túpac Amaru.  Aunque el objetivo inicial fue luchar contra los excesos y el mal gobierno de los españoles, no pudo evitar que la guerra se convirtiera en racial. 

DON MIGUEL GRAU. Héroe de la Guerra del Pacífico

Don Miguel Grau Seminario nació en Piura, al norte el Perú, el 27 de julio de 1834. Sus padres fueron Manuel Grau y María Luisa Seminario. Desde muy joven trabajó en la marina mercante y en 1853 ingresó a la Marina de Guerra. Cuatro años después participó en la rebelión de Manuel Ignacio de Vivanco contra la Constitución Liberal de Ramón Castilla. Al ser derrotado, Miguel Grau volvió a trabajar en la marina mercante. A la Marina de Guer
ra regresó en 1863.

Durante la Guerra contra España participó en el combate de Abtao (7-2-1866) donde los aliados peruano-chilenos resultaron vencedores. En 1867 contrajo matrimonio con la joven limeña Dolores Cavero con quien tuvo diez hijos. En 1868, recibió el mando del buque Huáscar con el cual destacó defendiendo al presidente electo Manuel Pardo en 1872 y derrotando al rebelde Nicolás de Piérola en 1874. En 1876 fue elegido diputado por Paita.

DON JOSÉ DE SAN MARTÍN. Libertador del Perú

(José Francisco de San Martín, llamado el Libertador; Yapeyú, hoy San Martín, Corrientes, 1778 - Boulogne, Francia, 1850) Héroe de la independencia americana. Hijo de Juan de San Martín, teniente gobernador de Corrientes, y de Gregoria Matorras, fue con Simón Bolívar una de las personalidades más destacadas de la guerra de emancipación americana. 

En 1784 José de San Martín pasó con su familia a España, donde inició su carrera militar en el regimiento de Murcia (1789), con el cual, a los trece años, tuvo su bautismo de fuego en el sitio de Orán (1791). Más tarde intervino en las guerras del Rosellón (1793), de las Naranjas (1804) y de Independencia, que le supusieron distintos ascensos hasta alcanzar el grado de teniente coronel.

Tras esta fulgurante carrera y poco después de estallar la revolución emancipadora en América, San Martín, que había mantenido contactos con las logias masónicas que simpatizaban con el movimiento independentista, marchó a Londres (1811) y de allí a Buenos Aires (1812), cuyo Gobierno le encomendó primero la formación del regimiento de granaderos y más tarde la jefatura del ejército del Norte (1813), en sustitución de Belgrano. 

LA CONQUISTA DEL PERÚ

1. ANTECEDENTES DE LA CONQUISTA

1.1. EL PRINCIPIO DE LA CONQUISTA

1.1.1 Primera fase

En 1531, las tropas de Pizarro se separaron en dos; Pizarro en Coaque se dirigió hacia Puná (en el Golfo de Guayaquil). En Puná, los españoles recibieron regalos e instrumentos musicales por parte del curaca punaneño, que los veía como instrumento para sus fines. Más tarde dicho curaca recurrió a los punaneños y se rebelaron por los excesos cometidos por los españoles. 

Los punaneños tuvieron que enfrentarse no sólo a españoles sino también a tumbesinos, aliados de los españoles por viejos resentimientos de guerra hacia los isleños de Puná. Más tarde los españoles fueron víctimas de traiciones y conspiraciones por parte de sus aliados tumbesinos.

1.1.2 Segunda fase

Hernando de Soto con su tropa persiguió a los tumbesinos levantados durante toda la noche y en la mañana. Al día siguiente continuó la persecución. El cacique Quilimasa con las debidas garantías para su vida, se presentó ante Hernando de Soto, quien lo llevó donde estaba el Gobernador. De la conversación con Quilimasa, se entera que otros caciques más importantes habían ordenado la muerte de los españoles.

Otra conversación importante fue la que sostuvo Pizarro con un principal venido del interior donde le informan que había mucha tierra poblada y muchos cántaros de oro y plata, y casas chapeadas con planchas de oro; les informó también sobre valles más fértiles. Además de lo anterior, informó a Pizarro sobre la situación Inca. Todos estos informes entusiasmaron a Pizarro, quien decidió continuar con la conquista.

En vista que no encontraron a los indios que perseguían y que los poblados tumbesinos habían sido arrasados por los Punás, Pizarro decide continuar dejando en ella a su teniente y abandonarla en dos grupos. La vanguardia a su mando, acompañada por Hernando de Soto, partió hacia Poechos. La retaguardia, al mando de Hernando Pizarro, salió de Tumbes tiempo después, porque en sus filas había enfermos: se les ordenó que siguieran a la vanguardia.

La fundación de San Miguel
En Poechos, Pizarro tiene noticias de Atahualpa, que se estaba desplazando de Quito a Cajamarca. Además, tuvo detalles de la guerra que sostenía con Huáscar Inca Yupanqui. Decide enviar a Hernando de Soto a Caxas, con la finalidad de recopilar información sobre Atahualpa. Hernando de Soto se tomó un tiempo en esto, lo que causó la preocupación de Francisco Pizarro. En tanto se une la retaguardia de conquistadores que venían con Hernando Pizarro. En este tiempo se habían levantado los indios de Chira y Tangarala (Tangarará), obligando a los españoles de Hernando de Soto, a atrincherarse en la huaca Chira, enviando por ayuda a una parte de españoles donde Pizarro.

Francisco Pizarro deja a Hernando Pizarro en Poechos, y se dirige a la huaca Chira para auxiliar a sus compañeros de armas. Allí castigó severamente a los curacas. Luego de apaciguar a Chira, se dirige a Tangarala (Tangarará), en donde funda la Villa de San Miguel, el 15 de agosto de 1532. Fue la primera ciudad española fundada en el Perú. Luego pasó a Piura, territorio de los tallanes. En esta ciudad, Francisco Pizarro hace el primer reparto de tierras y siervos indios entre los españoles que quisieron afincarse en ella. Este primer reparto incluyó además de Piura, Tumbes. Pedro Pizarro, que había quedado con Hernando Pizarro en Poechos, describe la presencia de un espía de Atahualpa. Así Pizarro tiene por primera vez noticia de Atahualpa, de la guerra civil que enfrentaba a los hermanos y del derrotado Huáscar, que había sido capturado.

Viaje de Piura a Cajamarca
Pizarro se dirige a Cajamarca por el Caminos del Inca, en donde sabía se encontraba Atahualpa. Camino a Cajamarca, un noble orejón se entrevista con Pizarro para hacerle saber que el Inca "tiene la voluntad de ser su amigo, y esperalle en paz en Caxamarca". Luego de esto el indio retornó a Cajamarca a informar a Atahualpa y a entregarle los regalos que envió con él Francisco Pizarro y para decirle que se apresuraría en llegar a Cajamarca y ser amigo del Inca. Para no ser hostigado por ambos bandos de la confrontación intestina, Pizarro pregonaba que era partidario de Huáscar Inca Yupanqui y al noble le decía que venía a apoyar a Atahualpa.

Las tropas de Atahualpa acababan de derrotar a las de su hermano Huáscar en Huanacopampa, el cual había sido hecho prisionero. Mientras esta represión tenía lugar, Atahualpa permanecía en Huamachuco festejando los triunfos de sus generales y se preparaba para dirigirse a Cajamarca. En esto llegaron mensajeros enviados por los curacas de Payta y de Tumbes avisando de la llegada de unos extraños personajes que habitaban unas casas flotantes y montaban unos enormes animales. Atahualpa retrasó su marcha a Cajamarca para ver a los recién llegados y dio a sus generales la orden de ir a Cajamarca con Huáscar, lugar donde se reuniría con ellos.

Los españoles habían llegado a Cajamarca por las alturas de Shicuana, al noreste del valle. Era el viernes 15 de noviembre de 1532. Habían caminado 53 días desde San Miguel de Piura.

Captura de Atahualpa
Cuando Pizarro entró en Cajamarca, Atahualpa se encontraba a media legua del asiento, en los Baños del Inca, donde había asentado su real, mandó a decir al inca que él venía de parte de Dios y del Rey a predicar y tenerlos por amigos, y otras cosas de paz y amistad, y que se viniese a ver con él. El Inca respondió a la embajada de que podían quedarse en la llacta de Cajamarca, que él no podía ir porque estaba terminando su ayuno. El Inca, una vez que se fueron los españoles, ordenó que veinte mil soldados imperiales se apostasen en las afueras de Cajamarca, para capturar a los españoles: estaba seguro que al ver tanta gente, los españoles se rendirían.

El inca comenzó su entrada en Cajamarca, Francisco Pizarro envió al cura dominico, fray Vicente de Valverde, al soldado Hernando de Aldama y al intérprete Martinillo. Ante el Inca, el cura Valverde hace el requerimiento formal a Atahualpa de abrazar la fe católica y someterse al dominio del rey de España, al mismo tiempo que le entregaba un evangelio. El diálogo que siguió es narrado de forma diferente por todos los testigos. Según algunos cronistas, la reacción del Inca fue de sorpresa, curiosidad, indignación y desdén. Atahualpa abrió y revisó el evangelio minuciosamente. Al no encontrarle significado alguno a lo escrito en él, lo tiró al suelo. La reacción posterior de Atahualpa fue decirle a Valverde que los españoles devolviesen todo lo que habían tomado de sus tierras sin su consentimiento; que nadie tenía autoridad para decirle al Hijo del Sol lo que tenía que hacer y que él haría su voluntad; y finalmente, que los extranjeros "se fuesen por bellacos y ladrones"; en caso contrario los mataría.

A una señal de Francisco Pizarro se puso en marcha lo planificado por él. Disparó el falconete de la artillería de Pedro de Candía y las trompetas y salieron los caballos. Cuando un español quiso herir al Inca Francisco Pizarro gritó que "nadie hiera al indio so pena de la vida...", hasta que hicieron caer el anda y capturan al Inca, al que ponen bajo arresto en un ambiente del Templo del Sol. Al caer la noche de aquel 16 de noviembre de 1532, habían terminado para siempre el Tahuantinsuyo, el Inca estaba cautivo y con su prisión llegaba a su fin la independencia del estado inca.

1.1.3 Tercera fase

Tras la victoria en Cajamarca los vencedores repartieron el botín de guerra en los Baños del Inca. El cronista Jerez dice que había oro y plata en piezas monstruosas y platos grandes y pequeños, y cántaros y ollas o braseros y copones grandes y otras piezas diversas. Atahualpa dijo que todo esto era vajilla de su servicio, y que sus indios que habían huido habían llevado otra mucha cantidad". Fue los primeros trofeos de importancia que tomaron los españoles. Los cronistas señalan que "ningún soldado se enriqueció tanto en tan poco tiempo y sin riesgo".

El rescate
Estando en prisión Atahualpa, venían los curacas a visitarle trayéndole obsequios, en oro y plata. El Inca se dio cuenta entonces de que el oro y la plata tenían para los españoles otro valor, diferente, al que él y su pueblo le daban. También se dio cuenta y se convenció que la única forma de salvarse era ofreciéndoles gran cantidad de oro y plata. Y así lo hizo. Le propuso a Francisco Pizarro: "te daría de oro una sala" que tiene 22 pies de largo y diecisiete de ancho, llena hasta una raya blanca que está en la mitad del alto de la sala; y dijo que hasta allí henchiría la sala con diversas piezas de oro, cántaros, ollas y tejuelos, y otras piezas, y que de plata daría todo aquél bohío dos veces lleno, y lo cumpliré dentro de dos meses". Pizarro se apresuró a confirmar la promesa por escrito en un acta ante escribano. Atahualpa le informó además del Templo de Pachacámac y de sus riquezas, que se encontraba a "diez jornadas al sur".

La llegada de Almagro
Estando en Cajamarca Pizarro, arribaron al puerto de Manta (actual Ecuador) seis navíos. El 20 de enero de 1533, Pizarro recibió mensajeros enviados desde San Miguel de Piura, avisándole tal arribo. Tres de las naves mayores arribaron de Panamá, al mando de Diego de Almagro, con 120 hombres. Las otras tres carabelas llegaron de Nicaragua, con 30 hombres más. En total desembarcaron, además, 84 caballos. El cacique de Tumbes entró en rebeldía, más no levantó a su gente.

Esta tercera etapa de la conquista fue más de consolidación del triunfo que habían tenido en la plaza de Cajamarca y de reparto del primer botín de guerra. A Francisco Pizarro debió preocuparle no sólo la presión de sus hombres para el reparto del oro y la plata, sino la presión que debían estar recibiendo sus socios en Panamá y Nicaragua para el pago de los fletes y demás pertrechos. Para demostrar el éxito de su empresa y poder así reclutar más gente para la empresa, gente que por otro lado debía necesitar con suma urgencia, dada la escasez de hombres con que contaban.

1.1.4 Cuarta fase

El 5 de enero de 1533, Hernando Pizarro, con Francisco de Jerez, secretario del Gobernador, parten hacia Huamachuco, por orden de Francisco Pizarro. En Huamacucho, los españoles tranquilizan a Pizarro, al informarle que todo se encontraba en calma, a lo que Pizarro les ordena avanzar hasta Pachacámac, ya que tenía de rehenes a los señores de este lugar, que también habían ofrecido oro y plata por su libertad.

El 21 de enero de 1533, ingresó a Cajamarca otro cargamento de oro y plata, traídos por otro hermano de Atahualpa. Este hermano del Inca, informó también de la existencia de otro cargamento que se encontraba en Xauxa, al mando del general Challcuchimac. Entre tanto, en Cajamarca, Pizarro comisionó a un hermano de Atahualpa, a los españoles Pedro Martín de Moguer y a Martín Bueno, negros esclavos y cientos de indios aliados, para que viajen al Cuzco, por el Cápac Ñam, y apresuren el envío del oro y plata de Xauxa y se informen de la situación en la capital del Imperio. Esta tropa salió de Cajamarca el 15 de febrero de 1533. El 25 de marzo de 1533, llega Diego de Almagro a Cajamarca y el 28 del mismo mes, entró otro cargamento de oro y plata a esa ciudad, procedente de Xauxa.
El 14 de abril de 1533, llega a Cajamarca el grupo enviado al mando de Hernando Pizarro; habían recorrido Huamachuco, el Callejón de Huaylas, Pachacámac, Xauxa, las pampas de Junín y el Callejón de Conchucos. De Pachacámac, traían “veintisiete cargas de oro y dos mil de plata” y un rehén importante: el general Challcuchimac, apresado en Jauja.

El 13 de mayo de 1533, se procede a la fundición de las piezas de oro y plata que había en Cajamarca para su reparto; además, existía el convencimiento de Francisco Pizarro, que ya se había recolectado la mayor parte del oro y plata de este reino.

El reparto del tesoro
Se sabe que no existía moneda en el Imperio Inca, en donde se presume se usaba trueque. El Oro y la Plata poseían un valor ritual, pero no tenían ni mercado ni comercio en las culturas prehispánicas, no tenían valor comercial. El valor monetario se lo añadió el transporte español al mercado de Europa.
El 18 de junio de 1533, el Gobernador Francisco Pizarro, ordenó fundir lo recaudado y se repartiese. Toda la fundición arrojó un valor español total de “un ciento y trescientos mil veintiséis mil quinientos treinta y nueve pesos de buen oro” (1.326.539 pesos de oro). 

El Gobernador, según su criterio, premió a unos con más y a otros les quitó algo. También entregó unos 15.000 pesos de oro a los vecinos que quedaron en San Miguel. A Diego de Almagro y sus huestes les repartió de acuerdo con su criterio. Les dio 20.000 pesos de oro para que se repartan entre todos ellos. Por supuesto, recibieron mucho menos que los caballeros e infantes que intervinieron directamente en la captura de Atahualpa.

Almagro había pedido que a él y a sus compañeros les tocase la mitad que a los de Cajamarca. Como no se pusieron de acuerdo, fue otro motivo para que ambos socios se distanciasen más, arrastrando en sus diferencias a los soldados que estaban bajo el mando de cada uno de ellos. Los que en Cajamarca se beneficiaron del repartimiento fueron el cura Valverde, 65 de a caballo y 105 de infantería. 

Ejecución de Atahualpa
Nunca estuvo en la mente del Gobernador Francisco Pizarro, respetar la vida del Inca. Para continuar con su estrategia, inventó rebeliones de los leales a Atahualpa, responsabilizándolo de actos de traición.
Le pusieron de nombre Francisco y no de Juan, como muchos han asegurado, el juicio y sentencia de muerte de Atahualpa, fue dado el 25 de julio de 1533.

Al día siguiente sábado 26 de julio de 1533, fue ejecutado a muerte con el garrote en la plaza de Cajamarca. Muerto Atahualpa, termina la dinastía de los Incas, que gobernaron el Imperio (aunque Atahualpa, no fue reconocido por las panacas reales cusqueñas, los españoles lo consideraron Sapa Inca). Para guardar las apariencias, y tener un seguro hasta la toma del Cuzco, Francisco Pizarro, nombra otro Sapa Inca, que recae en un hijo de Huayna Cápac, duodécimo Sapa Inca del Imperio: Túpac Huallpa, y que los cronistas españoles nombran como Toparpa, quien reconoce vasallaje al rey de España.

1.1.5 Quinta fase

A pesar de tener casi dominado el norte del Imperio, con la toma de la isla de la Puná, Tumbes, haber fundado una ciudad en San Miguel de Piura, haber tomado la plaza fuerte de Cajamarca, tener de rehenes a varios curacas y haber asesinado al Inca y tener de apoyo a muchos indios huascaristas y etnias esperanzadas en ser liberadas del yugo Inca, los españoles aún no habían consolidado la conquista. 

Francisco Pizarro, funda la ciudad de Jauja, muy cerca de la Xauxa inca, deja en ella a 80 españoles, al tesorero de Su Majestad y a un lugarteniente como su representante. En esta ciudad muere misteriosamente Túpac Huallpa.

El 14 de noviembre de 1533, se presentó en el campamento de Francisco Pizarro, de Xaquixaguana, Manco Inca Yupanqui, hijo de Huayna Cápac, de ascendencia cusqueña, que había andado siempre fugitivo de las huestes de Atahualpa. Manco Inca Yupanqui, llamado también Manco II, era uno de los hijos de Huayna Cápac con la Coya Imperial del Cusco. Fue nominado Sapa Inca pizarrista al poco tiempo de morir Túpac Huallpa (Toparpa). Su ascenso a Sapa Inca títere, fue pactado en el encuentro que tuvo con Pizarro en Jaquijahuana. Su reconocimiento y colocación de la mascapaycha se produjo en el Cusco ocupado. Fiel a los términos del compromiso adquirido, al principio colaboró en todo con Pizarro.

Llegó a ayudarlo en la guerra contra las tropas rebeldes del general Quízquiz, hasta alejarlo de Huánuco y situarlo a merced de los españoles y huscaristas en las tierras norteñas. Pero la armonía entre Francisco Pizarro y Manco Inca Yupanqui duró muy poco. No por culpa de él sino de los españoles, hasta que llegó Hernando Pizarro de España y lo puso en libertad en febrero de 1536; pero sin que pueda salir del Cusco. Harto de la situación en que se encontraba, se subleva a Pizarro y a los españoles.

Sin obstáculos, entró al Cusco el conquistador Francisco Pizarro, con Manco Inca y las huestes españolas e incas huascaristas a quince días del mes de noviembre del año 1533.

Era costumbre inca que cada curaca tuviera en el Cusco su alojamiento, porque tenía que venir a la ciudad imperial para entregar sus tributos al Sapa Inca, a las fiestas (principalmente, al Inti Raymi) y a toda convocatoria que se le hiciera desde el “Ombligo del mundo”. Pero, además, el auqui del curaca (su hermano o uno de sus hijos) siempre estaba en el Cusco, disfrutando de los favores de la corte del Sapa Inca. Su permanencia era la garantía del vínculo entre el Estado cuzqueño y los dominios del curaca. Era una especie de rehén.

Los nobles del Cusco, no se daban cuenta aún de que Francisco Pizarro, estaba manipulando el gobierno del Imperio, al nombrar como Sapa Inca, primero a Túpac Huallpa y luego a Manco Inca Yupanqui, manteniéndolos como rehenes, incluso. 

Los españoles en el Cuzco
No hay duda que en el Cuzco era la ciudad principal de todo el Tahuantinsuyo. Al tomarla los españoles, mermó significativamente la resistencia inca, no sólo porque allí se encontraba toda la organización del imperio, sino por el significado que tenía para los ejércitos incas ver su capital tomada y dominada por los españoles.

Los españoles también dieron suelta a su codicia de metales preciosos en él, saqueándolo, especialmente el Coricancha, los palacios imperiales y otros aposentos señoriales. 

El 23 de marzo de 1534, Francisco Pizarro realiza la fundación española de la ciudad del Cuzco con el título de La Muy Noble y Gran Ciudad de Cuzco. Se hizo el acta de fundación y se repartió entre los españoles solares, tierras e indios. Como en toda ciudad española, se escogió la Plaza Mayor, el sitio de la iglesia y se instalaron los primeros vecinos españoles del Cusco. Bajo el pretexto de enseñar y doctrinar en las cosas de la santa fe católica, se entregó a los españoles una cantidad de indios para su uso en trabajo e impuestos. Pizarro favoreció a sus amigos; en el Cusco el reparto de solares, tierras y nativos. Ello disminuyó la ya frágil cohesión española, aumentó las diferencias y ahondó los resentimientos entre ellos.

1.2. LA SITUACIÓN INCAICA

Poco tiempo después del primer contacto entre Huayna Cápac y Pedro de Candía, el Sapa Inca y su sucesor, Nina Cuyuchi, murieron a causa de una rara enfermedad, que algunos autores atribuyen a la viruela traída con los europeos.

Tras la anarquía posterior al deceso del Inca, Huáscar asumió el gobierno por orden de los orejones (nobles) de Cuzco, quienes creían que su experiencia como vice-gobernante era suficiente para asumir el mando. Después de un golpe de estado fallido; Huáscar, preocupado por la excesiva confianza que tenía su hermano Atahualpa en los generales del imperio -los denominados ikas-, ordena a su hermano que se aleje de ellos. Pero él reacciona organizando un ejército y declarándole la guerra. El enfrentamiento, que habría de durar tres años, finalizó con la victoria de Atahualpa y la captura y posterior ejecución de Huáscar.

1.3. LA SITUACIÓN DE LOS CONQUISTADORES

Hacia 1523, a los 47 años de edad, Francisco Pizarro radicaba en Panamá, ciudad de la que llegó a ser alcalde en 1522.

El análisis histórico se inclina a creer que Pizarro poseía una fortuna modesta, porque para emprender la aventura, él y Diego de Almagro, tuvieron que asociarse con un cura influyente, Hernando de Luque, que a la sazón era cura de Panamá. Villanueva habla de un cuarto "socio oculto": el licenciado Espinoza, que no quiso figurar públicamente, pero que fue el financista de las expediciones. Ello debió ser así, por cuanto nunca uno sólo de los socios decidía de manera unilateral las acciones. Sólo Francisco Pizarro, iniciada la conquista física del Perú, tomó decisiones de campaña o sobre acciones militares y administrativas, prerrogativas de su cargo de Gobernador de Nueva Castilla.

En 1524 Pizarro se asoció con Diego de Almagro y el cura Hernando de Luque para conquistar "El Birú" (palabra que después se convertiría en Perú), repartiéndose las responsabilidades de la expedición. Pizarro la comandaría, Almagro se encargaría del abastecimiento militar y de alimentos y Luque se encargaría de las finanzas y de la provisión de ayuda. En mayo de 1527, cuando habían transcurrido dos años y medio de viajes hacia el sur afrontando toda clase de peligros y calamidades, llegaron a la isla del Gallo cansados y extasiados. El descontento entre los soldados era muy grande, llevaban varios años pasando calamidades sin conseguir ningún resultado. Pizarro intenta convencer a sus hombres para que sigan adelante, sin embargo la mayoría de sus huestes quieren desertar y regresar.

En la isla del Gallo se produce la acción épica de Pizarro, de trazar con su espada una raya en las arenas de la isla exhortando a sus hombres a decidir entre seguir o no en la expedición descubridora. Tan solo cruzaron la línea trece hombres. Los "Trece de la Fama", o los "Trece de la isla del Gallo", fueron: Bartolomé Ruiz, Pedro Alcón, Alonso Briceño, Pedro de Candía, Antonio Carrión, Francisco de Cuéllar, García Jerén, Alonso Molina, Martín Paz, Cristóbal de Peralta, Elias Ascoy Angulo, Domingo de Soraluce y Juan de la Torre.

Pizarro y los Trece de la Fama esperaron en la isla del Gallo cinco meses por los refuerzos, los cuales llegaron de Panamá enviados por Diego de Almagro y Hernando de Luque, al mando de Bartolomé Ruiz. El navío encontró a Pizarro y los suyos en la Isla de la Gorgona, hambrientos y acosados por los indios. Ese mismo día, Pizarro ordenó zarpar hacia el sur.

Pizarro no fue ni el primero ni el único que intentó la conquista del Perú. Dos años antes, en 1522, Pascual de Andagoya fue el primero en tratar de efectuar esa aventura: su expedición terminó en un estrepitoso fracaso. Las noticias de la existencia de "Birú" y de sus enormes riquezas en oro y plata, debió influir en el ánimo de tales aventureros y podría haber aportado el ingrediente decisivo para preparar la expedición no sólo de Pizarro sino de Andagoya. Por tal razón, Pizarro, Almagro y Luque se lanzaron a la aventura.

2. SOCIOS DE LA CONQUISTA

En Panamá se había concentrado un gran número de españoles, entre ellos, Francisco Pizarro y Diego de Almagro. Listos para iniciar una nueva exploración, se asociaron con el clérigo Hernando de Luque, testaferro de Gaspar de Espinoza, importante banquero de Panamá, quien sustento económicamente la nueva compañía conquistadora. Con la autorización del gobernador de Panamá, Pedro Arias Dávila, Pizarro y sus socios se lanzaron a la aventura y a buscar u botín que se repartieran entre los inversionistas de la expedición. Pizarro dirigía la empresa, Almagro tomaría a su cargo la formación de la tropa cuidando su abastecimiento y Luque asumiría la dirección espiritual de los nuevos territorios.

2.1. Francisco Pizarro

(Trujillo, Corona de Castilla, 16 de marzo de 1478 — Lima, Perú, 26 de junio de 1541), fue un noble, explorador y conquistador español del Perú, gobernador de Nueva Castilla (actual territorio peruano) con sede de gobierno en La ciudad de los reyes (Lima). Se le recuerda por haber logrado imponerse sobre el Imperio incaico con ayuda de diversos cacicazgos locales, conquistando el mencionado estado imperial cuyo centro de gobierno se ubicaba en el hoy Perú, además de establecer una dependencia española sobre él. Si bien tuvo el título de marqués, fue realmente "marqués sin marquesado". Tras la emancipación de la Corona de su Majestad el rey, sus descendientes tuvieron el título de marqueses de la Conquista, pero con el nombre de Atavillos. Sin embargo, es muy posible que en razón de su lealtad a la corona le fue como honra concedido el título de marqués de los Atavillos. Para sus huestes indígenas era conocido como Apu (Jefe, Señor, General) o Machu Capitán (Viejo Capitán).

2.2. Diego De Almagro

(Almagro, España, 1475 - Cuzco, Perú, 1538). Participó en la conquista del Perú y se le considera oficialmente el descubridor de Chile, fue también el primer europeo en llegar al actual territorio de Bolivia. 

Diego de Almagro nació en la ciudad de la que lleva su apellido (en la actual provincia de Ciudad Real), siendo hijo ilegítimo de Juan de Montenegro y Elvira Gutiérrez. Ambos padres se habían dado la promesa de matrimonio, pero terminaron su noviazgo sin realizar este compromiso. Para cuando rompieron Elvira estaba embarazada de Diego, razón por la que sus familiares la ocultaron hasta que naciese el niño, que vio la luz en el año 1475.

Formalizada la sociedad entre Almagro, Pizarro y Luque, recibieron a principios de agosto de 1524 el permiso esperado para descubrir y conquistar por cuenta suya las tierras ubicadas en el levante de Panamá, empresa que culminó con la conquista del imperio inca por parte de Pizarro.

Almagro permaneció en Panamá para reclutar hombres y conseguir avituallamiento, mientras Pizarro capturaba al Inca Atahualpa en Cajamarca. Los éxitos de Pizarro le movieron a solicitar el permiso real para emprender, por cuenta propia, la conquista de nuevos territorios; aunque le fue denegado, este hecho agrietó las relaciones de amistad con los Pizarro. No obstante, cuando llegó al Perú en 1533, lo hizo con un título de igual importancia que el de Pizarro, lo cual causó fricciones entre ambos. Tras repartirse el tesoro de Atahualpa y ejecutarlo, partieron hacia el Cuzco y tomaron la ciudad. En junio de 1535 se produjo un acercamiento entre Almagro y Francisco de Pizarro, Pizarro incentivó a Almagro a realizar nuevos descubrimientos y se realizaron los preparativos en el Cuzco. En 1535 el emperador Carlos I recompensó a Almagro con la gobernación de Nueva Toledo, al sur de Perú, y el título de Adelantado de las tierras más allá del lago Titicaca, en los territorios del actual Chile.

2.3. Hernando De Luque

(Olvera - † Panamá, 1533), fue un sacerdote español. Nacido en Olvera a mediados del siglo XV, que formó parte junto a Diego de Almagro y Francisco Pizarro en la conquista de Perú. Fue nombrado maestrescuela de la catedral y provisor de la diócesis de Santa María la Antigua del Darién. Tras fundarse la ciudad de Panamá, llegó a ser su vicario y párroco. En la capitulación de Toledo, del 26 de julio de 1529, que firmó Pizarro con el emperador Carlos V (el rey español Carlos I), Hernando de Luque solicitó el obispado de Tumbes y se le nombró protector general de los indios. Dos años después formó una sociedad con Francisco Pizarro y Diego de Almagro, con el fin de organizar una expedición que prosiguiese, lo explorado por Pascual de Andagoya en la conquista del Perú. Formó junto con Pizarro y Almagro una sociedad que se llamó la Compañía de Levante. Murió en el año 1533.

3. VIAJES DE PIZARRO 

3.1. El Primer Viaje (1525-1525)

Navegaron bordeando la costa y llegaron hasta lugares desconocidos que bautizaron como Puerto Piñas y Puerto del Hambre. Más al sur, encontraron un poblado donde fueron atacados por los naturales. Por ello incendiaron el pueblo, al que llamaron a partir de ese momento Pueblo Quemado.

3.2. El Segundo Viaje (1526-1527)

Después de llegar a la altura del río San Juan, Almagro regresó a Panamá y Pizarro continuó hacia el sur. Ante la queja de los soldados, que habían acudido al nuevo gobernador Pedro de los Ríos, este envió al capitán Juan Tafur con la orden de hacerlos regresar. Tafur los halló en la Isla del Gallo, lugar del célebre episodio donde Pizarro preguntó a sus hombres si querían “regresar a Panamá para ser pobres”, sin fama ni dinero, o “seguir hacia el Perú para ser ricos”. Solo trece decidieron continuar y los demás embarcaron de regreso a Panamá. Los trece y Pizarro esperaron medio año la llegada de provisiones y hombres. Finalmente llego Bartolomé Ruiz con provisiones y la orden del Gobernador de que todos regresaran. Antes de cumplir con la orden, Pizarro y sus hombres navegaron las costas y llegaron a Tumbes. Allí fueron recibidos por los naturales, quienes les ofrecieron chicha, fruta, maíz y otras viandas. Era una forma habitual de establecer relaciones de los pueblos andinos.

Sorprendidos con las construcciones y vestidos de indígenas, decidieron regresar para pedir la autorización de conquistar las tierras halladas. Los recién llegados a Panamá alardeaban de las maravillas vistas con sus propios ojos. Sin embargo, Pizarro viajó a España para ser facultado por el Rey Carlos I, llevando consigo tumbesinos cautivos, camélidos, cerámicas y otros objetos. La Corona española firmó la Capitulación de Toledo en 1529, documento que los autorizaba a llevar a cabo su empresa.

4. CAPITULACIÓN DE TOLEDO

La Capitulación de Toledo de 1529 es un decreto real emitido como Capitulación hecha por Francisco Pizarro con la reina consorte Isabel de Portugal en Toledo, el 26 de julio de 1529, con poderes delegados por mandato de Carlos V, en razón a su ausencia en cortes. El documento contiene el convenio marco de los adelantamientos para la conquista y población de la costa del mar del Sur, con la licencia y parecer de Pedrarias Dávila, gobernador y capitán general de las provincias de Tierra Firme. Esta área había sido ya conocida, descubierta y explorada por Pizarro, cinco años antes, junto con el capitán Diego de Almagro.

En 1528 Pizarro viajó a España llevando auquénidos, ropa, objetos de oro y plata y otras cosas para mostrar al soberano español. En Sevilla, su pariente el conquistador Hernán Cortés, lo vinculó con el rey Carlos V, a quien informó de sus planes, obteniendo aceptación inmediata. Este acuerdo significó el triunfo personal de Pizarro en desmedro de sus Socios, debido a las enormes ventajas y beneficios que sacó de ella y de este modo quedaba legalizada y legitimada por la misma Corona la expedición de la Conquista del Tahuantinsuyo.

Francisco Pizarro finalmente terminó negociando con el Consejo de Indias, del que era presidente el conde de Osorno. Estas negociaciones, se trabaron porque al parecer, Pizarro solicitó la gobernación del Perú para él y para Diego de Almagro, a lo que el Conde de Osorno se opuso, por la experiencia de Santa Marta, en donde dos conquistadores que habían ocupado el mismo cargo se habían enemistado y uno de ellos asesinado al otro. Por ello, Pizarro terminó aceptando la gobernación para él, desplazando a Diego de Almagro. Terminada la negociación con el Consejo de Indias, Francisco Pizarro y el rey Carlos I de España acuerdan la firma del convenio. Ante la ausencia de Carlos I rey de España, la reina Isabel de Portugal y Francisco Pizarro ajustan la Capitulación de Toledo, el 26 de julio de 1529. 

5. TERCER VIAJE DE PIZARRO

Pizarro recluto gente antes de iniciar su nuevo viaje, entre ellos, varios de sus familiares, a quienes busco en su tierra natal. En 1531, cuando salieron de Panamá, sumaron casi doscientos hombres encaminados a conquistar el imperio. Llegaron a la isla de la Puná, donde después de una estancia pacífica de varios días, los isleños atacaron al no recibir muestras de reciprocidad. La fuerza convirtió en vencedores a los españoles, quienes llegarían más tarde a Tumbes, donde se enteraron de que una guerra sucesoria entre Huáscar y Atahualpa había acabado con el triunfo del segundo.

6. CAJAMARCA Y LA CAPTURA DE ATAHUALPA

En Cajamarca, primero Hernando de Soto y luego Hernando Pizarro visitaron al Inca, quien les ofreció chicha y les reclamó haber tomado cosas que no le pertenecían a lo largo de su recorrido. Los españoles mostraron gestos de amistad que llevaron a Atahualpa a aceptar la entrevista con Pizarro. El día del encuentro los españoles esperaban la llegada del Inca listos para combatir. Atahualpa llegó acompañado de un gran séquito de guerreros, sacerdotes, servidores, bailarines, músicos y curacas aliados. Al ingresar a la plaza salió a su encuentro fray Vicente de Valverde, quien había sido encargado de leer el “requerimiento”, mientras Felipillo le traducía al Inca. Al no comprender la compleja situación, el Inca arrojo la Biblia que le había dado el sacerdote. Inmediatamente los españoles arremetieron contra los nativos, lo que causo un gran desconcierto, el Inca cayo de su litera y fue tomado prisionero.

7. MUERTE DEL INCA ATAHUALPA

Atahualpa ofreció entregar oro y plata para establecer una alianza que fue entendida por los españoles como un rescate al modo occidental. Sin embargo, el miedo de un alzamiento y el afán conquistador provocaron la decisión de ejecutar al Inca el 26 de julio de 1533. Formalmente, justificaron la muerte acusando a Atahualpa de complotar un ataque y del asesinato de su hermano Huáscar.

Luego, los españoles se dirigieron hacia la ciudad sagrada del Cuzco a donde arribaron el 15 de noviembre de 1533.

8. CONFLICTO ENTRE PIZARRO Y ALMAGRO

La causa inmediata de la guerra entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro fue la posesión del Cuzco, la capital de los incas.

La Capitulación de Toledo, firmada el 26 de julio de 1529, sentó las bases jurisdiccionales de los territorios conquistados por Pizarro y Almagro, siendo ampliada después por la Real Cédula del 21 de mayo de 1534. En ella se establecía dos gobernaciones: para Pizarro la Gobernación de Nueva Castilla, que comenzaba en el norte en el pueblo de Teninpulla o Santiago (al norte del actual Ecuador) y se extendía 270 leguas hacia el sur. Y para Almagro, la Gobernación de Nueva Toledo, que se extendía inmediatamente al sur de la Nueva Castilla, extendiéndose en 200 leguas.

En teoría, no debía haber problemas en determinar exactamente donde terminaba la Nueva Castilla y donde comenzaba la Nueva Toledo, pero estalló entonces la controversia: mientras Almagro sostenía que las mediciones de las 270 leguas de la Nueva Castilla debía hacerse siguiendo las sinuosidades de las costas, con sus golfos y caletas, en cambio Pizarro sostenía que debía hacerse siguiendo la línea del meridiano. De acuerdo a la tesis de Almagro, la gobernación de Nueva Castilla terminaba al norte de Lima, y de acuerdo a la de Pizarro, terminaba al sur del Cuzco. Consultada la Corona española, esta daría la razón a Pizarro, pero su resolución llegaría muy tarde.

Convencido de su tesis, Almagro se dispuso a ocupar Cuzco en 1535, alentado por sus partidarios. La guerra civil habría estallado entonces, de no ser que el astuto Pizarro convenciera a su socio a que marchara a la conquista de Chile, situada al sur de su gobernación, pues se decía que era una tierra donde abundaban los metales preciosos y donde hallaría, presumiblemente, un segundo Cuzco. Almagro emprendió entonces la expedición a Chile, partiendo del Cuzco el 3 de julio de 1535. El viaje por Chile fue duro y penoso, no encontrando nada de valor, a pesar de haber llegado hasta la altura del actual Valparaíso. En su mayor parte era un territorio desértico, poblado de indios belicosos. Esta expedición duró alrededor de dos años, y terminó en 1537, con el retorno de Almagro y los restos de sus tropas, que descansaron en Arequipa, antes de marchar hacia el Cuzco.

9. LAS LEYES NUEVAS

Las Leyes Nuevas (originalmente Leyes y ordenanzas nuevamente hechas por su Majestad para la gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los Indios) son un conjunto legislativo promulgado el 20 de noviembre de 1542 que pretende mejorar las condiciones de los indígenas de la América española, fundamentalmente a través de la revisión del sistema de la encomienda y brindando una serie de derechos a los indígenas para que vivan en una condición mejor. 

9.1. Precedentes

Desde comienzos del siglo XVI surgieron críticos en España con la situación que sufrían los indios en las, hasta entonces, islas próximas al continente americano. La Junta de Burgos y su fruto legislativo, las Leyes de Burgos (1512-1513), trataron de conciliar el derecho de conquistar América con la prevención de los abusos mediante, entre otras cosas, la creación de la encomienda. Esta figura jurídica tenía tres claros objetivos: de un lado, respetar la condición de vasallo del rey de España (esto es, no esclavo) del indio; de otra, evangelizarlo, tarea que correspondía al colono a cargo de la encomienda; y finalmente hacer productiva las tierras colonizadas mediante el trabajo del indio, a las que estaba ligado.

Las Leyes de Burgos no tienen precedente en la historia colonial americana. Son los primeros instrumentos legales creados para la protección de los habitantes de territorios colonizados, y precursores del derecho internacional. Sin embargo, estas leyes eran prematuras para su tiempo. En el conjunto de América, las libertades y derechos individuales no llegaron hasta el siglo XIX. Por ello, esta legislación vanguardista no siempre se cumplió en los territorios españoles de ultramar. Las leyes legalizaron una situación ya existente en la que algunos indios estaban obligados a trabajar para encomenderos.

Durante el reinado de Carlos I de España, el debate se reavivó. El rey, influido por los escritos y argumentos del fraile dominico Bartolomé de las Casas, encargó revisar la legislación colonial. El propósito de Las Casas era abolir la encomienda, puesto que consideraba que se estaba degradando a los indios, forzándoles a abandonar su medio natural e instalarse en las encomiendas, al tiempo que la introducción del dinero rompía las estructuras sociales y comunales de los mismos. Su postura no era un hecho aislado, sino que se enmarcaba dentro de un debate acerca de la propia legitimidad de la conquista y colonización. Al final propone otros títulos, llamados "legítimos", con los cuales justifica la empresa americana. Su argumentación parte de la bula "Sublimis Deus" dictada por el papa Paulo III.

9.2. Contenido de las Leyes Nuevas

En 1542 los críticos de la encomienda logran su propósito mediante la promulgación, por parte del rey, de las Leyes Nuevas (20 de noviembre). Estas leyes reordenaron la administración ultramarina fundando varias Capitanías Generales, como la del Reino de Guatemala. Se decretó la extinción de la encomienda, y se prohibió la esclavitud del indígena, el cual gozaba (en teoría) los mismos derechos y obligaciones de cualquier vasallo de los otros reinos regidos por la Corona de Castilla. Las encomiendas dejaron de ser hereditarias y debían desaparecer a la muerte de los encomenderos actuales. Las principales resoluciones en beneficio de los indígenas fueron:
  • Cuidar la conservación, gobierno y buen trato de los indios.
  • Que no hubiera causa ni motivo alguno para hacer esclavos, ni por guerra, ni por rebeldía, ni por rescate, ni de otra manera alguna.
  • Que los esclavos existentes fueran puestos en libertad, si no se mostraba el pleno derecho jurídico a mantenerlos en ese estado.
  • Que se acabara la mala costumbre de hacer que los indios sirvieran de cargadores (tamemes), sin su propia voluntad y con la debida retribución.
  • Que no fueran llevados a regiones remotas con el pretexto de la pesca de perlas.
  • Que los oficiales reales (del virrey para abajo) no tuvieran derecho a la encomienda de indios, lo mismo que las órdenes religiosas, hospitales, obras comunales o cofradías.
  • Que el repartimiento dado a los primeros conquistadores cesara totalmente a la muerte de ellos y los indios fueran puestos bajo la Real Corona, sin que nadie pudiera heredar su tenencia y dominio.

9.3. Aplicación y consecuencias en Perú

Al mismo tiempo que se aprobaron las Leyes Nuevas, se creó también el Virreinato del Perú y la Real Audiencia de Lima. Fue elegido como primer virrey del Perú Blasco Núñez Vela, quien aplicó enérgicamente la nueva legislación. Los encomenderos protestaron indignados y organizaron una rebelión, eligiendo como líder a Gonzalo Pizarro, rico encomendero en Charcas.

Los oidores de la Real Audiencia se inclinaron a defender los derechos de los encomenderos, tomaron prisionero al virrey (18 de septiembre de 1544) y lo embarcaron, de vuelta a España. Pizarro entró triunfalmente en Lima el 28 de octubre de 1544, al frente de 1200 hombres. Los oidores lo nombraron gobernador del Perú.

El virrey Núñez Vela logró escapar y organizó un ejército. Sin embargo, fue derrotado en la Batalla de Iñaquito, el 18 de febrero de 1546, hecho prisionero y decapitado en el campo de batalla. Pizarro también logró otra victoria sobre fuerzas leales, en la Batalla de Huarina, cerca del lago Titicaca, el 20 de octubre de 1547.

Sin embargo, el poder de Pizarro se desvaneció cuando el nuevo representante de la corona, el sacerdote Pedro de la Gasca, nombrado presidente de la Real Audiencia, ofreció el perdón a los sublevados y derogó las Leyes Nuevas. Las fuerzas de Gonzalo Pizarro empezaron a desertar y sumarse a Gasca. Ambos ejércitos se enfrentaron en la batalla de Jaquijahuana, en la pampa de Anta o Sacsahuana, el 9 de abril de 1548, donde los sublevados fueron derrotados y ejecutados sumariamente.

9.4. Aplicación y consecuencias en Nueva España

En México fue enviado el juez visitador Francisco Tello de Sandoval para aplicas las Leyes Nuevas. Sin embargo, el visitador optó por suspender su aplicación, ante las peticiones del Ayuntamiento de la ciudad de México, del virrey Antonio de Mendoza e incluso del obispo fray Juan de Zumárraga y los provinciales de las órdenes religiosas, mientras hacían llegar su apelación a España. El 20 octubre de 1545 el rey suspendió el capítulo que prohibía la herencia de las encomiendas. La norma que subsistió fue la concesión por "dos vidas", la del titular y su heredero. Las demás disposiciones quedaron en vigor. 

10. LA GUERRA DE LAS ENCOMIENDAS

10.1. Causas
  • Promulgación de las Nuevas Leyes de Indias de 1542 por el que se estipulaba entre sus disposiciones más importantes:
  • Creación del Virreinato del Perú y fin de las antiguas gobernaciones de Nueva Castilla y Nueva Toledo
  • Supresión del carácter perpetuo de las encomiendas

10.2. Principales hechos:

En noviembre de 1542 la corona decretaba la creación del Virreinato del Perú al promulgarse las 30 ordenanzas que conformaban las nuevas Leyes de Indias. Estas suprimían la perpetuidad de las encomiendas, como mecanismo de defensa del indio, las cuales quedaron reducidas por una sola vida, es decir, iban a estar en propiedad del encomendero solo hasta su muerte, luego de lo cual pasaría a manos del Estado. Esto causó el malestar de los conquistadores encomenderos, provocando una reacción hostil a las medidas decretadas, lo que conllevará más tarde a una de las guerras civiles más terribles producidas en tierras coloniales. La guerra de las encomiendas fue de carácter sudamericano. La corona quería centralizar y robustecer su poder, en tanto los conquistadores que querían mantener la perpetuidad de sus encomiendas, lo cual se constituía en una peligrosa amenaza para los proyectos centralistas de la monarquía.

Al frente del movimiento rebelde se puso Gonzalo Pizarro, el cual era un poderoso y rico encomendero del Cusco y Charcas. EL Cabildo del Cusco lo proclamó Capitán General y Justicia Mayor del Perú. Apoyado por Pedro de Hinojosa, almirante de su flota recién creada y de Francisco de Carvajal, el “demonio de los andes”, organizó uno de los ejércitos más poderosos que tenía como propósito evitar la aplicación de las nuevas leyes de indias.

En Mayo de 1544 llegó a Lima el primer Virrey del Perú Blasco Núñez de Vela. Hombre violento e intransigente, vino a aplicar inflexiblemente las  “Leyes nuevas”. La Real Audiencia en tanto, buscaba negociar con los encomenderos la aplicación gradual de dichas leyes; por ello, ante la intransigencia del Virrey opta por destituirlo el 16 de Octubre de 1544, en lo que se considera el primer golpe de estado virreinal, deportándolo inmediatamente a Panamá.

El 28 de Octubre de 1544 el ejército de los encomenderos ocupó Lima, y Gonzalo Pizarro fue proclamado Gobernador del Perú. EL Virrey logró escapar en Tumbes y en nombre del Rey organizó un ejército con el cual hacer frente a las fuerzas rebeldes de Pizarro.  El 18 de enero de 1546 se llevó a cabo la Batalla de Iñaquito, donde el virrey fue derrotado y decapitado en el mismo campo de batalla. La rebelión había ido demasiado lejos, el desafío a Carlos V había llegado al extremo de asesinar a su mismísimo representante, el Virrey Núñez de Vela. Es en esos momentos que Francisco de Carvajal “el demonio de los andes” le trata de persuadir a que se proclame Rey del Perú, afirmando que “el vasallo nunca había de levantar las armas contra su rey, pero una vez tomadas no había de dejarlas nunca”.

Ante esta situación, la Corona envía al Pacificador Fray Pedro de la Gasca en calidad de Presidente de la Real Audiencia de Lima. Hombre sereno y prudente, trató de debilitar la unidad de los encomenderos proclamando desde Panamá un decreto de Amnistía para todos aquellos que desearán volver al bando real. Además señaló su decisión de dejar sin efecto la aplicación de las nuevas leyes, proponiendo en cambio la repartición de nuevas encomiendas a aquellos que desistiesen de seguir apoyando al rebelde Gonzalo. La habilidad política de La Gasca rompió la unidad de los encomenderos, y, su estrategia política no tardó en dar resultados, cuando la escuadra Pizarrista dirigida por Pedro de Hinojosa se acogió al perdón real. Ya en Lima, consiguió el apoyo del jefe de los Dominicos Fray Tomás de San Martín (fundador de San Marcos). Gonzalo Pizarro cada vez se iba quedando solo.

Luego, el encomendero y Capitán Diego Centeno haría lo mismo a la vez que se levantaba en el sur contra el que había sido su líder. El encargado de reprimir el levantamiento de Centeno fue el lugarteniente de Pizarro, Francisco de Carvajal, famoso por su crueldad, conocido como “el demonio de los andes”. El enfrentamiento se produjo en Huarina, el 20 de octubre de 1547, resultando vencedor Carvajal, pero sin lograr capturar a Centeno, que consiguió escapar.

A fines de 1547 La Gasca reune un poderoso ejército en Jauja y con el apoyo de Sebastián de Benalcázar y Pedro de Valdivia marcharon en busca de Gonzalo Pizarro que se hallaba en el sur. El 9 de abril de 1548 las fuerzas de ambos bandos se reunieron en Jaquijahuana (Cusco). Lejos de ser una batalla, en Jaquijahuana se produjo una vergonzosa y cobarde deserción de los soldados pizarristas a favor de La Gasca. Capturado Pizarro, fue sometido a un juicio sumario por un Consejo de Guerra que lo sentenció a morir decapitado. El demonio de los andes, uno de los pocos que permaneció leales a Pizarro también fue ajusticiado en el campo de batalla, terminando sus días descuartizado.

Pacificado el Perú, Pedro de la Gasca procedió a reorganizar el Virreinato, gobernando entre 1548 y 1549, para luego emprender viaje de retorno a España, dejando el poder en manos de la real Audiencia de Lima, el cual gobernó hasta 1551, año en que llega el segundo Virrey del Perú Antonio de Mendoza, el cual muere un año después, volviendo el poder a la Real Audiencia.

CONCLUSIONES

Los conquistadores fueron muy inteligentes al usar animales que los incas nunca habían visto en su vida y que los asustaban. Tal era el caso de los caballos y también de los perros de guerra que eran entrenados para luchar contra los enemigos.

Los españoles no lucharon solos contra los incas, sino que lucharon junto a los huascaristas, rebeldes y pueblos de los alrededores para vencer a los incas.

Los españoles no libraban sus batallas sino eran sus aliados los que luchaban. Ellos iban en la retaguardia como reserva.